Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los líderes más temidos y enigmáticos en la historia del narcotráfico, ha sido detenido en El Paso, Texas, marcando un hito significativo en la lucha contra el crimen organizado. Su arresto pone fin a una carrera de 35 años eludiendo la captura y podría tener repercusiones profundas en el mundo del narcotráfico.
El Arresto de un Capo de la Droga
Zambada, cofundador del Cartel de Sinaloa junto a Joaquín «El Chapo» Guzmán, fue detenido el jueves en Texas y ha sido acusado de múltiples delitos en un tribunal federal. Su arresto se produjo en un operativo que, según informes, involucró un engaño astuto para atraerlo a la detención. Junto a él fue arrestado Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, bajo circunstancias igualmente complejas que involucraron una supuesta inspección de lugares para pistas de aterrizaje clandestinas.
La captura de Zambada es particularmente notable dada su habilidad para evitar la detención durante décadas. A los 76 años y con problemas de salud, Zambada parecía ser una pieza clave para las autoridades estadounidenses en su continuo esfuerzo por desarticular los carteles responsables de la crisis de fentanilo en el país.
El Temor de Zambada y la Realidad de su Captura
En 2010, el fallecido periodista mexicano Julio Scherer García le preguntó a Zambada sobre su temor a la prisión. Su respuesta, cargada de pánico, revelaba una profunda inquietud sobre la posibilidad de ser encarcelado. Sin embargo, en la práctica, Zambada nunca mostró signos de tener un plan de escape definitivo ni de tomar medidas extremas ante su captura.
Mike Vigil, exagente del Departamento Antidrogas de EE.UU. (DEA), no se sorprende del arresto de Zambada a esta edad avanzada. Según Vigil, «El Mayo» evitó caer por voluntad propia y su captura requería algo excepcional. Vigil también destacó que el «estrategia del capo», que busca eliminar a los líderes de los carteles, rara vez tiene éxito sin provocar violencia interna y caos.
Repercusiones y el Futuro del Cartel de Sinaloa
El arresto de Zambada plantea preguntas cruciales sobre el futuro del Cartel de Sinaloa. La detención de Ovidio Guzmán López en 2019 ya había desatado una ola de violencia conocida como el «Culiacanazo», cuando la ciudad de Culiacán fue atacada por cientos de hombres armados. Sin embargo, Vigil estima que la situación podría ser diferente esta vez debido a la fortaleza de la estructura del cartel y la posible existencia de líderes capaces de tomar el control sin provocar una reacción violenta extrema.
Las autoridades mexicanas han respondido a la captura enviando refuerzos a Sinaloa, preparándose para cualquier posible brote de violencia. La pregunta sigue siendo si el vacío de poder en el cartel llevará a una guerra interna o a una consolidación relativamente ordenada bajo nuevos líderes.
La Crisis del Fentanilo y el Contexto Político
La captura de Zambada también está vinculada a la crisis de fentanilo en Estados Unidos, que ha sido identificada como una de las amenazas más graves para la salud pública del país. El fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, ha subrayado que la lucha contra el tráfico de fentanilo y la rendición de cuentas de los responsables son prioridades clave para el Departamento de Justicia.
El fentanilo, un potente opioide sintético, ha causado un número récord de sobredosis en Estados Unidos, convirtiéndose en la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años. El Mayo Zambada y Los Chapitos han jugado papeles cruciales en el tráfico de este estupefaciente, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar sus esfuerzos para desmantelar las redes de producción y distribución.
El Futuro del Crimen Organizado
Aunque la captura de Zambada representa un golpe significativo contra el Cartel de Sinaloa, expertos y autoridades advierten que la guerra contra las drogas es compleja y está lejos de terminar. La captura de líderes de carteles, como se ha visto en el pasado, a menudo lleva a una intensificación de las luchas internas y a una mayor violencia. Sin embargo, los esfuerzos continuarán para desmantelar las organizaciones criminales y mitigar su influencia.
La captura de Ismael «El Mayo» Zambada es un momento decisivo en la lucha contra el narcotráfico, y sus consecuencias se sentirán en múltiples frentes. Mientras el mundo observa cómo se desarrollan los eventos, la atención se centra en cómo se manejará el vacío de poder y qué pasos seguirán las autoridades para continuar combatiendo el crimen organizado a nivel global.