Crisis de Precios en el Mercado de la Coca en Colombia: Una Tragedia Humanitaria para Miles de Familias
El exceso de producción de cocaína a nivel mundial ha generado una crisis sin precedentes en el mercado de la coca en Colombia, afectando gravemente la economía local y sumiendo en la vulnerabilidad a miles de cultivadores. Esta situación, alimentada por la sobreproducción de la hoja de coca en países como Bolivia y Perú, ha provocado una caída drástica en el precio de la coca en Colombia, lo que ha generado preocupación y debate sobre sus causas y consecuencias.
Históricamente, la coca ha sido una de las plantas más demandadas para la producción de estupefacientes, impulsando la proliferación de sus cultivos en gran parte del territorio colombiano. Sin embargo, en los últimos años, este panorama ha cambiado drásticamente. Actualmente, el precio de una arroba de hoja de coca ha caído a 20.000 pesos, un nivel tan bajo que está poniendo en riesgo la subsistencia de muchas familias campesinas.
Un Fenómeno Exclusivo de Colombia
Ana María Rueda, coordinadora de política de drogas de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), ha señalado que esta caída en los precios es un fenómeno que afecta exclusivamente a Colombia, aunque otros países como Perú y Bolivia también han experimentado una reducción en los precios de la coca. En una entrevista con la revista Cambio, Rueda explicó que, aunque existen varios factores relacionados con esta crisis, aún no se ha encontrado una explicación definitiva. «Es solo en Colombia y nadie tiene la respuesta concreta. Tenemos una serie de indicios o de factores que sabemos que tienen relación con la crisis, pero no hemos podido explicarla completamente», comentó.
Desde mediados de 2021, la disminución en los precios ha sido notable, especialmente en regiones como el Catatumbo, donde las familias campesinas han comenzado a reportar problemas de hambre debido a la falta de compradores. «Nos estamos muriendo de hambre, no nos están comprando la coca», afirmaron las comunidades afectadas en distintas partes del país. Para muchos cultivadores, la coca era su principal fuente de ingresos, y su caída en valor ha incrementado la inseguridad alimentaria en estas regiones, como lo ha destacado el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
Impacto del Acuerdo de Paz y Reconfiguración del Control Territorial
Otro factor que ha influido en la crisis es la reconfiguración del control territorial tras el acuerdo de paz con las FARC. La dinámica del mercado de la coca ha cambiado drásticamente, y los cultivadores enfrentan la incertidumbre sobre a quién vender su producto y cuándo podrán hacerlo. «Con muchos o pocos compradores, se paralizó la compra y el precio se desplomó de forma generalizada», afirmó Rueda. La falta de un control regulado, como existía antes del acuerdo, ha dejado a los cultivadores sin opciones claras.
En 2023, tanto el precio de la hoja de coca como el de la pasta básica de cocaína se redujeron a la mitad en todo el país, lo que ha llevado a Rueda a describir la situación como «una tragedia humanitaria para las más de 400.000 familias que dependen de estos cultivos».
Sobreproducción Global: Un Problema de Alcance Internacional
A nivel global, la sobreproducción de cocaína ha alcanzado niveles históricos. En Colombia, a finales de 2022, se llegó a un récord de 230.000 hectáreas sembradas de coca, según el monitoreo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). Este aumento alarmante se ha replicado en Perú y Bolivia, que han incrementado sus cultivos a 98.000 y 30.000 hectáreas, respectivamente. La sobreproducción ha llevado a que otros países, como Honduras, Guatemala, México, Venezuela, y posiblemente Ecuador, también estén comenzando a cultivar coca.
«Actualmente, existe una sobreproducción de coca en el mundo», indicó Rueda, destacando que esta situación también se debe a un aumento en la productividad de la hoja de coca.
El Auge del Fentanilo y Su Impacto en el Mercado de la Coca
Algunos analistas han sugerido que la crisis en el mercado de la coca podría estar vinculada al auge de drogas como el fentanilo, que ha captado la atención de Estados Unidos, tradicionalmente el mayor comprador de cocaína. Sin embargo, Rueda considera que esta relación es aún debatible. «Lo que está ocurriendo le conviene a Colombia porque Estados Unidos tiene su foco en el consumo de fentanilo, lo que puede llevar a pensar que le presta menos atención a la coca», explicó.