¿Alguna vez has llegado a tu destino más rápido de lo previsto en un vuelo? Durante este fin de semana, los pasajeros de cinco aviones vivieron momentos de gran preocupación a bordo, ya que sus vuelos se vieron afectados por fuertes vientos.
Según los registros, los vuelos 22 de Virgin Atlantic Airways, 292 y 216 de British Airways, 64 de United Airlines y 120 de American Airlines experimentaron velocidades máximas, algunas superiores a los 1.300 km/h, viajando a lo largo de la corriente en chorro.
¿Qué es una corriente en chorro? Las corrientes en chorro son corrientes de aire que se mueven rápidamente y circulan por encima de la Tierra. Según National Geographic, cuando la gente habla de «la corriente en chorro», suele referirse a la corriente en chorro del frente polar o a la corriente en chorro subtropical, las dos grandes corrientes de aire que configuran los patrones meteorológicos en todo el mundo.
La velocidad común de un avión que transporta pasajeros es de aproximadamente 575 mph. Lo que sucede con las corrientes en chorro es que logran reducir los tiempos de los trayectos y hacen que los pasajeros lleguen mucho más rápido.
Aunque los científicos han mencionado que la desventaja de viajar en medio de fuertes corrientes en chorro es experimentar una turbulencia más intensa, en el video se puede apreciar cómo todos los pasajeros se agarraban de los asientos de adelante y gritaban por el temor de que algo pudiera pasar.
El Servicio Meteorológico Nacional de Washington advirtió el pasado 17 de febrero en su cuenta de Twitter que los pasajeros que viajaran hacia el este sentirían «bastante viento».
«El lanzamiento del globo meteorológico de esta tarde detectó el segundo viento más fuerte en niveles superiores registrado en la historia local, que se remonta a mediados del siglo XX. Alrededor de 34,000 a 35,000 pies, los vientos alcanzaron un máximo de alrededor de 230 kt (¡265 mph!)», aseguró el Servicio Meteorológico Nacional de Washington.
El vuelo 120 de American Airlines de Filadelfia a Doha (Catar) alcanzó, según el registro, una velocidad de 840 mph alrededor de las 10:15, unos 30 minutos después de despegar. Sin embargo, logró recuperar el tiempo perdido, ya que había salido con 30 minutos de retraso.
Por otro lado, un vuelo de la misma aerolínea desde Newark despegó alrededor de las 8:35 y alcanzó los 835 mph antes de llegar a su destino, Lisboa. Este trayecto logró una ventaja de 20 minutos en su recorrido.
Por último, el vuelo 292 de British Airways de Washington a Londres llegó con 32 minutos de ventaja, superando al vuelo 216 que tenía la misma ruta, según reportó Tiempo en Fox.
Aunque los registros de estos aviones indicaron que alcanzaron velocidades de más de 800 mph, lo cual está muy por encima de la velocidad del sonido, el meteorólogo Jeff Berardelli aseguró que los aviones no rompieron la barrera del sonido.
«835 mph es más rápida que la velocidad del sonido, que es 767 mph. ¿Entonces, rompió la barrera del sonido? No. El avión está inmerso en vientos de más de 200 mph, por lo que viaja con el viento y, por lo tanto, el avión en sí no viaja a más de 767 en relación con el entorno en el que se encuentra», explicó Jeff Berardelli.
Las turbulencias en los aviones pueden ser causadas por el movimiento del aire generado por la presión atmosférica, las corrientes en chorro, el aire alrededor de las montañas, los frentes meteorológicos fríos o cálidos, e incluso las tormentas, según National Geographic.