Las Naciones Unidas advirtieron que una de cada cuatro personas en la Franja de Gaza está «a un paso» de sufrir hambruna, una situación que, según señalan, empeorará aún más a medida que las agencias humanitarias informen sobre problemas para entregar ayuda a la zona devastada por la guerra.
Unas 575.000 personas en Gaza están ahora al borde de la hambruna y prácticamente toda la población local depende de la asistencia alimentaria para sobrevivir, informó Ramesh Rajasingham, director de coordinación de la oficina humanitaria de la ONU.
«Por muy sombrío que sea el panorama que observamos hoy, existen muchas posibilidades de que la situación empeore aún más», declaró Rajasingham el martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU. «En este momento, es poco lo que se puede lograr mientras continúen las hostilidades».
Israel ha estado llevando a cabo una campaña militar en la Franja de Gaza con el objetivo de neutralizar a Hamás, organización designada como terrorista por Estados Unidos, luego de que el grupo invadiera el sur de Israel el 7 de octubre, causando la muerte de unas 1,200 personas y secuestrando a otras 250. Desde el inicio de los combates, casi 30,000 palestinos han perdido la vida, según informes de salud de la zona controlada por Hamás.
En los últimos días, se ha intensificado el debate sobre la posibilidad de que Israel suspenda sus operaciones militares en Gaza a cambio de la liberación de más rehenes en manos de Hamás. El presidente Joe Biden mencionó el lunes que los negociadores estaban avanzando hacia un alto al fuego temporal entre Israel y Hamás, el cual podría comenzar a principios de la próxima semana.
Las advertencias de la ONU surgen en medio de informes de dificultades en la entrega de ayuda humanitaria por parte de agencias, incluida la propia ONU. Rajasingham señaló que los cierres de cruces fronterizos, las restricciones de movimiento y los procedimientos de investigación exhaustivos por parte de Israel están obstaculizando la entrega oportuna de la ayuda.
El embajador adjunto de Israel, Jonathan Miller, rechazó las acusaciones de que Israel esté impidiendo el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza. Afirmó que más del 80% de las solicitudes de entrega de ayuda han sido aprobadas este año.
«Los argumentos presentados en esta reunión buscan desviar la atención del fracaso de la ONU en la gestión de la distribución de la ayuda en Gaza», declaró Miller ante el consejo. «¿Cómo es posible culpar a Israel de una situación que es resultado del completo fracaso de la ONU?»
Maurizio Martina, subdirector general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, informó al Consejo de Seguridad en la misma sesión que «toda la cadena de suministro de alimentos se ha visto afectada de diferentes maneras».
«A causa de los conflictos, la infraestructura civil, fundamental para la producción, procesamiento y distribución de alimentos, ha sido gravemente dañada, destruida o se ha vuelto inaccesible», afirmó. A pesar de varios intentos, el Consejo de Seguridad no ha logrado aprobar una resolución que pida un alto el fuego en la Franja de Gaza, ya que tanto Estados Unidos como Rusia han vetado estos esfuerzos.
«¿Cuál de estas sesiones informativas es la gota que colma el vaso?» preguntó al Consejo de Seguridad Samuel Žbogar, enviado de Eslovenia ante la ONU. «La situación ha sido evidente desde hace algún tiempo. A estas alturas, todos deberíamos estar convencidos de que nuestra acción era necesaria hace mucho».