Recientemente, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha emitido un informe detallando el uso de cloropicrina por parte del ejército ruso durante su prolongada ofensiva en Ucrania, que comenzó hace más de dos años y ha experimentado un reciente aumento de la intensidad.
Este agente químico puede provocar graves irritaciones en las vías respiratorias y episodios de vómitos. Es importante destacar que el uso de la cloropicrina como arma está prohibido por la Convención sobre Armas Químicas, tratado internacional que Rusia ha suscrito y ratificado. Cabe mencionar que este compuesto, originalmente empleado como gas lacrimógeno durante la Primera Guerra Mundial, no debe ser utilizado en conflictos armados conforme a las normativas internacionales vigentes.
Principales responsables
En el escrito, el Departamento de Estado ha explicado que su utilización no ha sido un hecho aislado, sino que el ejército ruso ha empleado ampliamente el plaguicida para desalojar a soldados ucranianos de posiciones en las que estaban fortificados.
De hecho, las autoridades estadounidenses han señalado a tres entidades públicas como responsables, las cuales están relacionadas con los programas de armamento químico y biológico. Entre ellos, hay institutos científicos, así como cuatro empresas privadas que han respaldado estas operaciones.
Rusia niega las acusaciones estadounidenses
Las reacciones no se han hecho esperar. Es más, el Kremlin ha respondido poco después, asegurando que las acusaciones no tienen ningún tipo de fundamento y que Rusia continúa cumpliendo con sus obligaciones internacionales en relación a evitar el uso de armas químicas.
“Las especulaciones sobre la violación por parte de Rusia de la Convención sobre las Armas Químicas (CAQ) contradicen el estado real de las cosas en el marco de la operación militar especial en Ucrania”, ha manifestado la portavoz rusa de Exteriores, María Zajárova, en rueda de prensa.
Según la representante de la diplomacia rusa, Occidente lleva tiempo “manipulando con ese asunto” y a Washington “no se le ocurrió nada mejor” que hacer uso de las mismas acusaciones, que en su momento fueron utilizadas también en Siria.
Situación actual
Por si esto fuera poco, la hoja informativa también ha incorporado el último anuncio de Joe Biden, por el que se establecen sanciones para más de 200 empresas rusas, chinas y de otros países a las que acusa de apoyar con equipos y tecnología la ofensiva de Rusia en Ucrania.