Eva fue la primera mujer según la Biblia, y junto con Adán, dieron origen a toda la humanidad. La ciencia ha utilizado ese mismo nombre para describir un fenómeno genético que ocurre en nuestras células desde hace al menos cuatro décadas.
La Eva «científica» o Eva mitocondrial es el ancestro común más reciente de toda la humanidad, vivió hace 150.000 o 200.000 años en la región de Zimbabue y Botsuana en el sur de África. Aunque no fue la primera mujer de la historia, un pequeño trozo de su ADN aparece en todas las generaciones de seres humanos a partir de entonces.
Un generador de energía microscópica
Todas nuestras células tienen una estructura llamada mitocondria.
«La mitocondria es un orgánulo que produce energía», resume la bióloga Gabriela Cybis, profesora del Departamento de Estadística de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS).
La estructura de las mitocondrias es responsable de convertir el azúcar de los alimentos en moléculas de ATP, que es la fuente de energía para nuestro cuerpo. Las mitocondrias tienen su propio ADN, llamado ADN mitocondrial, que es diferente al ADN del núcleo de la célula. El genoma mitocondrial consta de 37 genes y es responsable de algunas características y predisposiciones a enfermedades.
El ADNmt se hereda exclusivamente de las madres, ya que durante la fertilización las mitocondrias del gameto masculino desaparecen.
Por lo tanto, el embrión queda formado únicamente por mitocondrias de origen materno, lo que establece una descendencia ininterrumpida formada solo por mujeres a lo largo de generaciones.
Si una mujer solo tiene bebés varones o no produce descendencia, su ADN mitocondrial no se transmitirá a los futuros nietos. En términos genéticos, es posible rastrear quién es la madre de la madre, de la madre, de la madre, y así sucesivamente.
Un árbol lleno de ramas
Los avances en genética y tecnologías de secuenciación han permitido a los científicos reconstruir los orígenes del ADNmt. Se ha publicado sobre el ancestro común más reciente en la década de 1980, y se usó el término «Eva mitocondrial», a pesar de la confusión con el concepto bíblico.
Aunque hay consenso sobre el concepto de Eva mitocondrial, la datación de cuándo habría vivido aún es objeto de debate.
Algunos investigadores critican el uso del nombre «Eva» por generar conflicto con los mitos bíblicos y crear confusión. Incluso desde la década de 1980 se ha señalado el «rastro de confusión» relacionado con los estudios en este campo.
La genetista Tábita Hünemeier, del Departamento de Genética y Biología Evolutiva del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (USP), explica que el uso del término «Eva mitocondrial» es una especie de «licencia poética» en el contexto científico, basada en evidencia científica y no relacionada con la Biblia.
Los expertos secuenciaron el ADNmt de varios individuos en todo el mundo y, con la ayuda de computadoras, compararon la información y las mutaciones encontradas en este material para estimar cuánto tiempo tardaron en aparecer estas mutaciones genéticas a lo largo de generaciones.
De esta manera, se pudo calcular que la Eva mitocondrial habría vivido en el sur de África hace entre 150.000 y 200.000 años, formando el tronco «original» de un enorme árbol genético.
Posteriormente, el ADNmt de las generaciones posteriores fue mutando poco a poco, dando lugar a ramificaciones o haplogrupos.
El ADN mitocondrial muestra diferentes haplogrupos en distintas regiones del mundo, como L1, L2, L3 en África, H, V, y R en Medio Oriente y Europa, y A, B, C, y D en América.
El estudio del ADNmt no solo revela nuestros orígenes, sino que también nos permite rastrear el camino de nuestros ancestros femeninos a lo largo de cientos de miles de años.
Todos los ADNmt actuales derivan de un ancestro común que portaba un ADNmt del cual surgieron los demás a lo largo del tiempo.
Controversias y confusiones
La Eva mitocondrial no fue la primera mujer de la historia, ya que hubo generaciones anteriores a ella, como su madre, abuelas y bisabuelas.
A lo largo de millones de años de evolución, hubo ancestros de otras especies de las que evolucionó el Homo sapiens. Es posible que lleguemos a ancestros comunes más recientes que no fueron Homo sapiens.
La Eva mitocondrial tampoco fue la única de su tiempo, y es probable que hubiera otras mujeres viviendo en el mismo lugar.
Con el paso de los milenios, otros ADNmt se quedaron en el camino debido a que en ciertas generaciones las mujeres con ADNmt diferente no generaban descendencia o solo tenían hijos varones, interrumpiendo la transmisión de su material genético.
El tema de la Eva mitocondrial involucra miles de años y existe un grado considerable de incertidumbre en los cálculos y proyecciones publicados hasta el momento.
Según Cybis, la información actual es la mejor estimación disponible. Hünemeier señala la complejidad de los procesos migratorios y demográficos humanos.
A pesar de ello, los avances científicos permiten mejorar la precisión de las investigaciones genéticas y moleculares.
Te puede interesar: