Después de perder la señal, recuperarla ha sido un proceso que ha llevado varias horas. Cada intento de recuperación implicaba una espera de 48 horas debido a la gran distancia entre la sonda y la Tierra. En mayo, se logró recuperar datos de dos de los instrumentos científicos a bordo. Recientemente, según anunció la NASA, los otros dos instrumentos científicos restantes también han comenzado a operar.
Para poner en contexto las dificultades a las que se ven sometidos los profesionales del organismo americano, cabe destacar que esta sonda se encuentra aproximadamente a unas 15 mil millones de millas de la Tierra. Al fin y al cabo, fue lanzada en 1977 y, desde entonces, sigue vagando por el Espacio. De hecho, está acometiendo a la perfección su trabajo, ya que continúa recopilando información para, posteriormente, mandarla en forma de paquetes de ondas.
Tras la realización de múltiples pruebas, se pudo comprobar cómo el 3% de la información estaba siendo objeto de lo que la NASA mencionó como ‘memoria corrupta’. Al parecer, el mal funcionamiento de esta tecnología provocaba lecturas de parámetros ilegibles, por lo que los cálculos no permitían conocer la verdadera situación del entorno en el que se movía la sonda. Tras la realización de una serie de modificaciones en el software, se ha podido retomar el control total de la estructura.