La Iglesia católica de Hungría ha suspendido al sacerdote Gergö Bese, quien es conocido en el país por su postura en contra de lo que algunos grupos conservadores llaman «propaganda LGTBI» y su proximidad al Gobierno ultraconservador de Viktor Orbán.
La prensa húngara informó que el cura ha participado en orgías gais y ha mantenido relaciones prolongadas con otros hombres, lo que llevó a la Diócesis de Kalocsa-Kecskemét a tomar esta decisión por orden del Vaticano.
El viernes pasado, el periódico húngaro Válasz Online informó que miembros del ejecutivo de Orbán han observado un informe sobre las relaciones homosexuales del párroco de Dunavecse, una localidad ubicada a aproximadamente 70 kilómetros al sur de Budapest.
El grupo de políticos y empresarios cercanos al Gobierno, conocido como el «cura estrella del NER«, se había convertido en un defensor del cristianismo político.
También escribió para los medios escritos y la televisión cercanos al Ejecutivo. Entre sus momentos más destacados se encuentra la bendición del antiguo monasterio carmelita en la capital húngara, donde se encuentra la oficina del primer ministro, y la creación de dos medios de comunicación ultraconservadores.
La prensa húngara resalta su relación con el Gobierno en términos económicos, ya que dos fundaciones relacionadas con el sacerdote han recibido subvenciones públicas por un valor de más de 250.000 euros.
Según Válasz Online, los miembros del Ejecutivo ultra consideran el escándalo «similar al caso de Szájer, pero incluso más grave».
El eurodiputado homófobo e ideólogo del partido del primer ministro Fidesz, József Szájer, se descolgó por una cañería en 2020 tras participar en una orgía gay en pleno confinamiento por la pandemia en Bruselas.
Investigación
Hay videos y mensajes que evidencian la participación del cura en estas fiestas sexuales, y algunas grabaciones han llegado a páginas web de porno gay.
Según Efe, Bese ha expresado públicamente su descontento con lo que considera «propaganda LGTBI» y el «ataque» a la familia tradicional por parte de grupos liberales que, según él, fomentan una «desviación [de la normalidad]». Además, ha acusado al exsacerdote e influyente gay András Hodász.
Bese ha cerrado sus cuentas en redes sociales como Facebook después de ser suspendido el pasado viernes. Ha pedido perdón y reconocido haber «pecado contra la Iglesia» y su comunidad en un comunicado.
Hace solo dos semanas, un nuevo escándalo afectó a Orbán y su entorno. El personaje principal fue Balázs Gyorffy, un miembro del parlamento europeo que renunció después de cometer un ataque sexual a una mujer en una discoteca de Budapest mientras estaba en estado de embriaguez.
Desde que asumió el poder en 2010, el gobierno de Orbán, que se autodenomina defensor de valores cristianos como la familia tradicional, ha perseguido a las personas LGBTI.
Ha prohibido el registro legal del cambio de sexo y ha obstaculizado la adopción para parejas del mismo sexo, entre otras medidas.
En 2021, aprobó una ley inspirada en una norma rusa que vincula la homosexualidad con la pedofilia y prohíbe el acceso de menores a contenidos relacionados con la comunidad LGBTI, ya sea a través de los medios, en la escuela o incluso en exposiciones de arte.
El año pasado, 15 países miembros se unieron a la Comisión Europea en su demanda judicial en contra de esta norma en un movimiento sin precedentes.
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