Después de los comicios del 28 de julio de 2024, en los que Nicolás Maduro fue declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE), la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, abordó el camino diplomático que debería seguir el Gobierno nacional con respecto a la crisis política que se encuentra en el país vecino.
Machado, quien fue inhabilitada para competir en la presidencia por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y decidió respaldar la candidatura de Edmundo González, emitió una advertencia severa a Petro y a los demás líderes de la región con respecto a la necesidad de que ocurra una transición política al otro lado de la frontera, es decir, el fin del régimen chavista en una rueda de prensa el martes 13 de agosto.
Lo anterior, en lo que respecta al papel que se espera cumpla Petro y otros gobernantes, como Luiz Inácio Lula Da Silva, de Brasil, y Andrés Manuel López Obrador, de México: un tridente que apostó por el diálogo y se apartó del bloque que pedía, además de un cerco contra el régimen, una condena internacional por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Si hay un país en el mundo al que afecta el desenlace de este conflicto es a Colombia”, dijo Machado. “Está clarísimo que, si Maduro se aferra a la fuerza, lo que podemos estar viendo en días o semanas es la ola migratoria más grande que ha habido hasta ahora”, agregó la política de 56 años, que fue diputada de la Asamblea Nacional y que ha luchado por el retorno de la democracia a su país.
¿Machado se comunica con Petro?
La mujer, quien llamó a una gran manifestación el sábado 17 de agosto en las principales ciudades del país vecino, reiteró su propuesta. Machado afirmó que es inconveniente un nuevo mandato de Maduro para el periodo 2025-2031, ya que «el Gobierno de Colombia tiene claro que por el bien de la región a todos nos conviene avanzar a una transición en Venezuela».
Reconoce que no ha mantenido contacto con Petro hasta el momento, aunque ha expresado su agradecimiento en las redes sociales por su interés en que los actores políticos en Venezuela establezcan puentes de negociación. Machado expresó que, ante el futuro de su nación, esperaba posiciones sólidas, claras y acordes con los principios democráticos.
Uno de los miedos en caso de que la dictadura se intensifique es que el desplazamiento hacia Colombia se incremente y la cantidad de venezolanos se eleve a niveles que generarían inquietud. Según las estadísticas oficiales, más de 1,8 millones de personas de otros países residen en el país, la mayoría de ellas sin una tarjeta migratoria que les permita regular su estadía.
Para la exasambleísta, pese a las diferencias que existen en el plano ideológico, es claro que “lo que está en discusión en Venezuela en este momento es el respeto a la soberanía popular o un sistema totalitario, una tiranía que se aferra al poder a la fuerza”. En ese sentido, remarcó la presión que se puede ejercer para que Maduro entienda que la mejor opción posible es “aceptar los términos de una transición negociada”.
Esto dejó en claro que, según él, era sumamente importante respetar los resultados, en los que González obtuvo 7.303.480 votos (83,5%), mientras que el máximo funcionario del Gobierno obtuvo 3.316.142 votos. Y eliminar por completo la posibilidad de una coexistencia de poderes o un nuevo proceso para llevar a los venezolanos a las urnas, como sugieren líderes y organismos internacionales.
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