Rogelio Villarreal dijo que no sabía nada de Cartier, la empresa francesa de joyería, cuando apareció un anuncio en su feed de Instagram, el pasado diciembre. Hizo clic en él y miró con atención las páginas de joyas y otros artículos de lujo, como bolsos, relojes y collares, cada uno de ellos valorado en miles de dólares.
Entonces, Villarreal, quien vive en México, se fijó en un par de pendientes: unos esbeltos brazaletes de oro rosa de 18 quilates forrados de diamantes que costaban 237 pesos mexicanos, unos 13 dólares.
“Vi lo que costaban los collares y así y dije algún día, hasta que vi los aretes”, escribió Villarreal, de 27 años, en las redes sociales. “Te juro que sudé frío”.
Compró dos pares. Más tarde, el precio de los pendientes se ajustó en el sitio web de Cartier a 237.000 pesos, más de 13.000 dólares.
La compra inició una disputa de un mes entre el cirujano residente del norteño estado de Tamaulipas y la prestigiosa marca. Cientos de usuarios de las redes sociales seguían la disputa —algunos animando, otros burlándose— e incluso una senadora mexicana intervino.
El viernes, sin embargo, Villarreal dijo que había recibido los pendientes por el precio rebajado y señaló que tenía en mente a una persona especial para dárselos.
Afirmó estar emocionado, especialmente por su madre: “Esos aretes son para ella”.
La conclusión no llegó sin cierta resistencia.
A la semana de la compra, dijo Villareal, Cartier comenzó una serie de intentos de cancelar el pedido, diciendo inicialmente que los pendientes no estaban disponibles.
Cuando Villarreal no hizo ningún movimiento para cancelar el pedido, empezó a recibir llamadas telefónicas de representantes de la empresa.
Le dijeron que “los pendientes que yo había encargado no estaban en el precio correcto, por lo cual me quisieron cancelar la compra y que por el inconveniente me darían un obsequio”, declaró.
Como “compensación”, la empresa ofreció entonces “un gesto de la maison Cartier”: una botella gratuita de champán Cartier Cuvée y un artículo de cuero Cartier, según un correo electrónico enviado a Villarreal.
Villarreal decidió rechazar los regalos y contraatacar, utilizando un formulario de contacto en el sitio web de la empresa para citar una ley federal de protección del consumidor en México que dice que un proveedor de bienes puede ser llevado a los tribunales “al no respetar los términos y condiciones” en que se contrata o adquiere un producto o servicio.
Cartier no ha respondido a varias solicitudes de comentarios.
Villarreal encontró los términos y condiciones de venta en el sitio web de Cartier en México, que establecen que cualquier disputa puede ser llevada a la Procuraduría Federal del Consumidor para la “conciliación”.