Río Sena siguen sin estar limpias a 34 días de los Juegos Olímpicos están llenas de bacterias fecales

El Gobierno francés ha asegurado que varios eventos deportivos se llevarán a cabo en el río de París, sin embargo, las intensas tormentas de mayo han generado complicaciones para cumplir con esta promesa.

La organización de unos Juegos Olímpicos siempre es un desafío complejo. No solo implican costos de miles de millones de euros, a veces dejando a los Estados endeudados por décadas, como sucedió en Atenas, sino que también requieren un gran esfuerzo en la coordinación y construcción de instalaciones deportivas.

Antes de cada evento deportivo, se acelera el ritmo para asegurarse de que todo esté listo a tiempo. Es común que haya tareas importantes que se terminen en el último momento, como sucedió en Río de Janeiro con la instalación de las pistas de atletismo. Sin embargo, el problema más destacado a 34 días del inicio de los Juegos Olímpicos de París es más complejo, ya que no depende de las empresas de construcción: se refiere al estado de las aguas del río Sena.

La ceremonia de apertura y las pruebas de triatlón, natación maratón y paratriatlón deben tener lugar en el río. Sin embargo, ha surgido controversia debido a preocupaciones sobre la limpieza del agua, que está contaminada por vertidos, residuos y bacterias fecales. A pesar de esto, los organizadores y la Alcaldía de París se mantienen firmes en su decisión de no cambiar el lugar de las pruebas, confiando en que podrán garantizar la calidad del agua a tiempo para el evento.

Emmanuel Macron, al igual que Manuel Fraga en 1966 cuando se bañó en Palomares, Almería, para calmar a la población después del accidente nuclear en la zona, ha prometido bañarse en el Sena, siguiendo su estilo. Este lugar sigue siendo el más radioactivo de España.

“El agua del Sena estará fresca… pero limpia ¡Podré confirmárselo!”, dijo, añadiendo, un emoji helado, en Twitter el 23 de abril. Ese día se inauguró la estación de tratamiento de aguas pluviales de Champigny-sur-Marne, en el Val-de-Marne, una “etapa clave para hacer el Sena apto para el baño”, según el presidente.

La condición del río está sujeta al clima. Si hay lluvias intensas, como las que han ocurrido en las últimas semanas, especialmente en mayo, el vertido de aguas pluviales y residuales en el Sena dificulta la limpieza. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, planeaba bañarse en el río el domingo 23 de junio, pero el evento probablemente será pospuesto, según anunció el Ayuntamiento el viernes.

El equipo francés de natación en aguas abiertas tenía programado entrenar en el Sena el lunes 10 de junio, pero también se ha cancelado. Stéphane Lecat, director técnico nacional de natación en aguas abiertas, explicó que la corriente es muy fuerte, según informó la agencia AFP.

ARCHIVO – Triatletas compiten en el río Sena durante una prueba femenina previo a los Juegos Olímpicos de París, el 17 de agosto de 2023. (AP Foto/Michel Euler)
Sin baños desde 1923

Los baños en el Sena se hicieron populares en el siglo XVII, pero fueron prohibidos en 1923 debido a los peligros de la navegación y la contaminación. A lo largo del muelle Sully la gente comenzó a bañarse desnuda, lo que llevó a la aparición de barcos, piscinas flotantes y áreas para perros. Aunque se prohibió bañarse desnudo, la moda de los baños en el río se mantuvo.

En las últimas décadas, las riberas parisinas del Sena se vieron afectadas por carreteras y coches que empeoraron la polución, pero los gobiernos han tomado medidas para peatonalizar algunas zonas. Se ha asignado un presupuesto de 1.400 millones de euros para limpiar el río y se planea abrirlo al público en 2025 en tres lugares específicos: el brazo Marie, el brazo Grenelle y Bercy.

En 1988, Jacques Chirac, quien en ese entonces era alcalde de París y más tarde se convertiría en presidente, prometió bañarse en el Sena frente a testigos para demostrar que el río estaba limpio. Aunque se fijó la meta para 1994, no logró cumplirla.

A pesar de que han pasado más de 35 años, el sueño de ver nadadores compitiendo en las aguas del emblemático río de París está más cerca de hacerse realidad. Sin embargo, aún existen dudas y será necesario esperar hasta el último momento para saber si París logra su anhelo.

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