Se intensifica la guerra de Putin contra la comunidad rusa LGTBIQ+


La Corte Suprema de Rusia emitió un fallo histórico el pasado jueves al declarar al «movimiento internacional LGBTQ» como una organización extremista, prohibiendo todas las actividades asociadas con este en el país. Este decisivo veredicto representa un nuevo golpe a los derechos de la comunidad LGBTQ en Rusia, que ha experimentado una creciente represión en los últimos años. Esta escalada de medidas se inscribe en el contexto de los esfuerzos del presidente Vladimir Putin por consolidar su imagen como defensor de los valores morales tradicionales frente a lo que percibe como influencias occidentales liberales.

El tribunal supremo respaldó una moción presentada por el Ministerio de Justicia, argumentando que la comunidad LGBTQ tiene el potencial de «incitar a la discordia social y religiosa», una alegación que se sostiene en virtud de la Ley rusa de lucha contra el extremismo. Esta decisión ha generado preocupación y críticas a nivel internacional, y la ONU ha condenado enfáticamente el fallo, destacando su impacto negativo en los derechos fundamentales y la libertad de expresión.

La medida refuerza aún más las barreras para la comunidad LGBTQ en Rusia, al tiempo que plantea interrogantes sobre el respeto a los derechos humanos y las libertades individuales en el país. La condena internacional pone de manifiesto la necesidad de un diálogo global sobre la protección de los derechos de las personas LGBTQ y la importancia de preservar un ambiente que fomente la diversidad y la inclusión.

Este acontecimiento refleja un episodio más en la compleja relación entre Rusia y los derechos LGBTQ, destacando la creciente polarización en el país en temas de identidad y diversidad. La comunidad internacional observa con atención la evolución de esta situación y aboga por el respeto a los derechos humanos, independientemente de la orientación sexual o identidad de género.

A pesar de la ausencia de un reconocimiento legal para la comunidad LGBTQ en Rusia, de acuerdo con la ley anti-gay discriminatoria del país, el reciente fallo establece de manera contundente: «Las demandas deben ser satisfechas: reconocer el movimiento internacional LGBTQ como una organización extremista y prohibir sus actividades en Rusia», según informa la agencia estatal de noticias RIA Novosti.

La audiencia, que tuvo una duración de cuatro horas, se llevó a cabo a puerta cerrada, con la presencia exclusiva del Ministerio de Justicia, encargado de las diligencias y los materiales clasificados. Según RIA Novosti, la decisión entra en vigor de manera inmediata, marcando un hito en las políticas de restricción a los derechos de la comunidad LGBTQ en Rusia.

Previamente, el Ministerio de Justicia había anunciado en su sitio web oficial que había iniciado procedimientos legales para designar al «movimiento social LGBTQ internacional» como una organización extremista y buscar su prohibición en Rusia. Sin embargo, el Ministerio no proporcionó detalles adicionales sobre lo que implicaba exactamente con el término «movimiento».

Este acontecimiento refuerza la preocupación sobre el futuro de la libertad de expresión y los derechos fundamentales en Rusia, particularmente en el contexto de la comunidad LGBTQ. La falta de claridad en la definición del «movimiento» destaca la necesidad de una mayor transparencia y respeto a los derechos humanos en las decisiones judiciales y políticas del país.