Songbun: decide el destino de cada habitante de Corea del Norte antes incluso de que nazca

Lo más parecido al destino es el songbun. Sin embargo, en este caso, el concepto no tiene nada de místico y sí es inexorable en Corea del Norte, la nación más aislada del planeta.

Human Right Watch (HRW) y el Comité de Derechos Humanos en Corea del Norte (HRNK) han expresado su preocupación por su presencia y las discriminaciones que genera entre los norcoreanos. Además, los extranjeros lo observan y discuten desde el otro lado de la frontera.

La mejor manera de entender el songbun es retroceder a la década de 1940, cuando Kim Il-sung era presidente y la República Popular Democrática de Corea era fundada. Para lograr el control y la organización social de la nación, los líderes establecieron un sistema de castas que clasificaba a la población en función de sus habilidades y, sobre todo, de su trayectoria familiar. Entre 1957 y 1960, durante la consolidación del poder de Kim Il-sung, se estableció el mecanismo.

Phil Robertson de Human Rights Watch (HRW) lo describe como «la categoría sociopolítica que establece el estatus de los ciudadanos norcoreanos». Algunos lo equiparan con el sistema de castas de la India y mencionan a los individuos como «brahmanes e intocables, al igual que en Corea del Norte«. Es muy sencillo. Una buena songbun significa oportunidades. Un mal songbun que conduce a dificultades.

¿A qué se dedicaba tu abuelo?

El aspecto más llamativo del sistema radica en que cada ciudadano norcoreano llega al mundo con un songbun previamente establecido y que resulta difícil de corregir. La razón detrás de este tipo de «karma» es el comportamiento de sus antepasados, su lealtad al régimen o su papel que desempeñaron hace décadas. ¿Cuál era el trabajo que desempeñaba tu bisabuelo a principios del siglo XX, durante la dominación japonesa? ¿Cuál fue la postura de tus antepasados o padres durante la Guerra de Corea? ¿Eres religioso, comerciante rico, dueño de tierras o agricultor? ¿Tienes un antepasado que siempre ha respaldado al gobierno norcoreano? ¿Tienes un tío disidente de larga data?

En la República Popular Democrática de Corea, ninguna de estas preocupaciones es insignificante. Se dice que Kim Il-sun recuperó y adaptó el antiguo sistema de castas confucionista que había sido utilizado en ese mismo territorio durante siglos al nuevo régimen comunista. Se cree que el exhaustivo sistema de compartimentación social ya estaba preparado para la década de 1960.

De categorías y subcategorías

Es difícil comprender los detalles del songbun. Corea del Norte rechaza su existencia y afirma que sus habitantes tienen derecho a igualdad de oportunidades. HRW recuerda que la Constitución de la nación establece que todos los ciudadanos tienen derechos iguales en todas las áreas del estado y la actividad pública. No obstante, organizaciones internacionales como HRW, HRNK, Crossing Borders y Amnistía Internacional han expresado su opinión sobre la existencia del sistema de clasificación social en Corea del Norte, así como expatriados y periodistas de medios como ‘The Guardian’ y ‘BBC‘.

Gracias a sus investigaciones y testimonios podemos conocer algunos detalles sobre el songbun, un término que puede traducirse como «origen» o «semilla» y entronca con la expresión «chulsin songbun», «origen familiar». 

La BBC señala por ejemplo que los expertos suelen hablar de tres grandes estamentos sociales, si bien hay quien añade categorías extra y hasta 51 subcategorías distintas. Los principales bloques serían los haeksim, considerados como el «núcleo» duro más afín al régimen; los choktae, u «hostiles»; y los dongyo, la clase «intermedia».

¿Qué significan?

Relaciones entre el presente, el presente y el futuro. En pocas palabras. En esencia, esas palabras son etiquetas que conectan a todos los norcoreanos con sus antepasados y marcan su futuro. Los haeksim pertenecen a la «casta» y son ciudadanos leales a los Kim. Son descendientes de antiguos combatientes que lucharon contra los japoneses o en el bando «adecuado» en la Guerra de Corea y merecen la confianza del régimen. La distinción incluye a los integrantes del partido político, los descendientes de agricultores u obreros con una historial impecable… No es lo mismo que los choktae, cuyo origen se remonta a terratenientes, religiosos o personas que se ubicaron en el bando más débil en los conflictos del siglo XX.

Los dongyo son una categoría intermedia entre ambos, con muchos matices y que abarca desde familias con historiales más o menos favorables a otras que están más cerca de cruzar la línea roja del choktae. Según la BBC, este estatus intermedio es el más común y representa el 40% de la población. La influencia de la «casta» aumentaría en un 30%, al igual que la de los «opositores».

«No hay nada que hacer»

No todas las fuentes describen el sistema de la misma manera. En un artículo de NK News, Fyodor Tertitskiy afirma que existen cinco grupos, incluyendo uno «especial», y que la valoración del songbun se basa en dos aspectos: la posición social y el comportamiento de los antepasados paternos durante la colonización japonesa y la Guerra de Corea, así como el lugar que finalmente ocupa cada individuo en la sociedad norcoreana.

Tertitskiy dice que se pueden mejorar las consideraciones, como exhibir fotografías con el líder del país. Otros, como la expatriada, activista y escritora Park, sostienen que es extremadamente difícil cambiar el songbun. No puedes cambiar tu destino porque no puedes elegir a tus antepasados.

Factores

Que un norcoreano pertenezca a una categoría u otra tiene un impacto en su vida. La distinción entre pertenecer a los haeksim o choktae tiene un impacto significativo en asuntos tan fundamentales como la ubicación de un ciudadano, las opciones de educación y empleo y sus posibilidades futuras.

Los integrantes del «núcleo», los leales al régimen con un pasado familiar intachable, disfrutan de los mayores privilegios, optan a las mejores facultades, empleos y hospitales y residen también en las ciudades más desarrolladas, incluida la capital, Pyongyang. La situación es distinta para los choktae, que el gobierno percibe como «hostiles»: viven en poblaciones remotas, con peores servicios, y durante sus vidas ven limitadas sus oportunidades de formación y trabajo.

«Los niños de esta casta van a la escuela por las mañanas, sobre todo para adoctrinamiento ideológico, pero luego los usan para trabajar en el campo y las minas. Por lo general tienen una vida corta y sometida vigilancia casi permanente de las autoridades», relata a la BBC Park.

¿Puedes alterar tu songbun?

La autora afirma que el songbun es tan significativo para los norcoreanos que suelen tenerlo en cuenta al elegir a su pareja. Según él, una familia puede determinar si un candidato a esposo o esposa pertenece a un grupo u otro mediante un soborno. Park afirma que la posibilidad de ascender de estatus mediante el pago de sobornos está descartada. El motivo es muy sencillo: requeriría ocasionalmente la falsificación de documentos y mantendría el secreto de sus familiares.

La teoría no es todo. En el año 2016, HRW informó sobre el caso específico de Choi Seung Chol, un ciudadano norcoreano que abandonó su país en 2014 debido a la influencia del songbun en su vida. Choi nació en la década de 1990 y se esforzó mucho en sus estudios y en hacer méritos ante el gobierno. Llegó a levantarse a las seis de la mañana para limpiar santuarios dedicados a los líderes norcoreanos e incluso se convirtió en un líder juvenil del partido.

Ni eso, ni los sobornos que pagó su familia le sirvieron de mucho. Cuando intentó acceder a las mejores universidades para garantizarse un puesto influyente, se topó con una negativa tras otra. Aquello resultó frustrante, pero en parte era previsible: tiempo atrás —recuerda HRW— el Estado norcoreano había acusado al abuelo de Choi de respaldar a los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, lo que ya había obligado a su padre en los años 60 a mudarse a una aldea montañosa.

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