La comunidad científica ha buscado soluciones innovadoras debido a la amenaza, aunque remota, de un impacto asteroidal. Un plan arriesgado para desviar al asteroide Bennu, que es una roca espacial que tiene una posibilidad, aunque pequeña, de colisionar con la Tierra en el futuro, ha sido presentado por un grupo de investigadores chinos.
La NASA ha estudiado minuciosamente Bennu, que cuenta con minerales como platino y oro. Con efectos catastróficos a nivel regional y mundial, un impacto de este cuerpo celeste liberaría una energía equivalente a 80.000 bombas atómicas de Hiroshima.
La propuesta
Para evitar una posible colisión de Bennu con la Tierra, los científicos chinos proponen lanzar 23 cohetes Larga Marcha 5 contra el asteroide, con el objetivo de modificar su trayectoria y alejarlo de nuestro planeta.
Un estudio publicado en la prestigiosa revista científica Icarus ha detallado esta propuesta, conocida como AKI (Assembled Kinetic Impactor). La precisión del impacto y la masa combinada de los 23 cohetes aseguran un desvío seguro de Bennu, según los investigadores chinos.
El plan de la NASA, que incluye lanzar una mayor cantidad de cohetes más pequeños, tiene ventajas en comparación con la solución china. La concentración de la energía en un número menor de impactos es la razón de la mayor eficiencia de la propuesta china.
No obstante, las observaciones futuras determinarán la realización de esta misión. Los científicos podrán calcular con mayor precisión su trayectoria y determinar si existe un peligro real de impacto al realizar un sobrevuelo cercano a la Tierra en el año 2135. La misión de desviación debería iniciarse alrededor de diez años antes del impacto potencial, es decir, alrededor de 2175, si se confirma la amenaza.
Sin embargo, los expertos alertan que Bennu no es la única amenaza. Es posible que miles de asteroides más pequeños y desconocidos tengan un impacto devastador en la Tierra. Es cada vez más urgente crear sistemas de detección temprana más eficaces, así como cohetes capaces de detectar estos objetos a altas velocidades.
La propuesta de China constituye un avance significativo en el ámbito de la protección del planeta. La inversión en investigación y desarrollo de tecnologías de defensa espacial es fundamental para asegurar la seguridad de nuestro planeta a largo plazo, aunque en este caso la amenaza de un impacto de un cuerpo espacial pueda parecer lejana.
Para crear estrategias eficaces para proteger la Tierra de los efectos de asteroides, la comunidad científica global trabaja incansablemente. La innovación y la cooperación global en esta área serían ilustradas por la propuesta china de desviar Bennu con una flota de cohetes gigantes. La defensa del planeta se vuelve cada vez más importante a medida que nuestra comprensión del universo se expande.
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