La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el sábado (20 de abril de 2024) un proyecto de ley que, junto con los paquetes de ayuda extranjera dirigidos a Ucrania e Israel, incluye disposiciones para prohibir la plataforma TikTok en el país a menos que corte sus lazos con su empresa matriz en China.
La legislación obliga a ByteDance, la empresa con sede en China, a desvincularse de la aplicación de videos cortos TikTok en un plazo de nueve meses, o de lo contrario enfrentaría la prohibición en los Estados Unidos. Se contempla la posibilidad de extender este plazo por un año adicional, una decisión que recae en manos del presidente de los Estados Unidos.
Los legisladores estadounidenses argumentan que TikTok representa una amenaza para la seguridad nacional debido a las preocupaciones sobre el acceso del gobierno chino a los datos de los usuarios. La comunidad de inteligencia de los Estados Unidos ya ha acusado a China de utilizar TikTok para influir en las elecciones de medio término en 2022, y advierte sobre posibles intentos de interferencia en las elecciones de noviembre de este año con el objetivo de profundizar las divisiones en la sociedad estadounidense.
La aprobación de esta medida, que ya había sido objeto de un intenso debate previo en la Cámara, ahora cuenta con el respaldo del Senado y del presidente Joe Biden. Este respaldo es notable dado que Biden había utilizado la plataforma TikTok en su propia campaña electoral. Sin embargo, esta decisión legislativa coloca a TikTok en una posición más cercana que nunca a una posible prohibición en Estados Unidos.
Tras la votación, TikTok emitió un comunicado expresando su preocupación, argumentando que la prohibición propuesta «atentaría contra la libertad de expresión» de los aproximadamente 170 millones de usuarios estadounidenses de la plataforma. La empresa ha sido firme en su defensa de sus prácticas y ha señalado sus esfuerzos por cumplir con las regulaciones y preocupaciones de seguridad planteadas por el gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, estas acciones parecen no haber sido suficientes para disipar las preocupaciones sobre la posible influencia del gobierno chino en la plataforma y el acceso a los datos de los usuarios.
