En vísperas de Nochebuena y Navidad, miles de migrantes iniciaron su travesía este domingo desde la ciudad de Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas, en una caravana con destino a Estados Unidos. En su mayoría, este grupo está compuesto por familias con bebés y niños pequeños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad.
Luis Rey García Villagrán, defensor de derechos humanos de Dignificación Humana, compartió con El Universal de México que la política de puertas cerradas adoptada por las instituciones migratorias y de refugiados mexicanas ha motivado a los indocumentados a emprender el camino hacia Estados Unidos. Esta decisión se toma a pesar de la crisis que actualmente afecta diversas zonas a lo largo de la frontera.
Existe un bloqueo y una congestión humana que se manifiestan en este grupo de personas. Le hacemos saber al Estado mexicano que no nos deja otra alternativa más que caminar, a la espera de que el Instituto Nacional de Migración otorgue los permisos migratorios. Hoy, quienes marchamos somos los más desfavorecidos, aquellos en la cúspide de la necesidad, los que no disponemos de recursos para costear visas ni pagar a coyotes», expresó.
Según informó el diario mexicano, la caminata se inició en las primeras horas de la mañana de este domingo después de una oración. La lideran dos migrantes: un haitiano que porta una cruz de madera pintada de blanco y un brasileño que lleva consigo una bandera de México y una Biblia.
Según reporta el diario mexicano, la caminata se puso en marcha en las primeras horas de la mañana de este domingo después de una sesión de oración. Dos migrantes encabezan la marcha: un haitiano que carga una cruz de madera pintada de blanco y un brasileño que porta la bandera de México junto con una Biblia.
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El activista anticipa que para los días 25 y 26 de diciembre, la cifra de personas en la carretera costera superará las 15,000. Los migrantes provienen de 24 países, con una mayoría proveniente de Centroamérica, Cuba, Haití, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, Nicaragua, África y Asia.
Un hombre cubano compartió con Efe su experiencia, expresando: ‘He visitado las oficinas de migración, la Comar, he intentado subir a autobuses, pero en el primer retén nos han bajado y nos han robado dinero sin otorgarnos libre tránsito. Nuestro objetivo es llegar a Estados Unidos, y por ello, prefiero arriesgarme en el camino antes que regresar a mi país.
Es necesario que nos movamos, que nos dirijamos a la Ciudad de México, donde hay mayores oportunidades. Aquí solo recibimos citas tras citas, sin obtener ninguna respuesta. La tarea más difícil es poder trabajar y sustentar a la familia sin un documento que nos conceda empleo”, agregó una mujer de nacionalidad hondureña.
Los extranjeros han expresado su frustración ante la falta de respuesta por parte de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, lo que los impulsa a continuar su trayecto hacia Estados Unidos, a pesar de los riesgos que ello conlleva.