Crisis institucional del príncipe Guillermo y Kate Middleton

La polémica generada por la foto que Kate Middleton editó ha sumido al Reino Unido en una crisis de desconfianza hacia los príncipes de Gales. A pesar de que la Princesa pidió disculpas por manipular una imagen en la que aparecía con sus tres hijos, tomada por el príncipe Guillermo, la controversia no ha hecho más que crecer.

Hasta ese momento, los medios de comunicación y la opinión pública habían respetado el deseo de la Princesa de tener una convalecencia tranquila y privada después de su operación abdominal. Sin embargo, sus últimos movimientos han desencadenado una crisis de credibilidad sin precedentes. Esto ocurre en un momento especialmente delicado para la monarquía inglesa, ya que su monarca está retirado por cáncer y la esposa del heredero se está recuperando de una operación sobre la que se sabe muy poco.


Kate Middleton, considerada la joya de la Corona y uno de los miembros más populares de la Familia Real de Windsor, se ha enfrentado a uno de los momentos más difíciles desde que se unió a la realeza. Por primera vez, ha cometido un error público al intentar enmarcar el Día de la Madre en el Reino Unido con una imagen que resultó ser editada, lo que llevó a cuatro agencias internacionales de noticias a retirar la foto. Ante esto, Kate emitió un comunicado pidiendo disculpas por los retoques realizados.

Sin embargo, las disculpas no fueron suficientes. Más tarde, Kate fue vista junto a su esposo saliendo en coche de los terrenos del Castillo de Windsor, pero esto tampoco calmó las críticas. En las imágenes, apenas se la aprecia, lo que ha generado aún más dudas y demandas de transparencia. Aunque el Palacio de Kensington se ha negado, muchas voces piden que se revele la foto original antes de ser manipulada para verificar el estado de Kate.


También el príncipe Guillermo se ha visto cuestionado por el secretismo y el silencio que rodea la situación. Inicialmente, se elogió que cancelara su agenda para estar junto a su esposa durante su convalecencia. Sin embargo, una vez que la Princesa fue dada de alta, el heredero al trono ha participado en muy pocos actos públicos. Su ausencia notable en el funeral de su padrino, el rey Constantino de Grecia, también ha generado desconfianza hacia su figura.

No obstante, existe la posibilidad de que esta desaparición del primero en la línea de sucesión obedezca a órdenes superiores para no eclipsar los actos de la reina Camilla.

La ciudadanía británica clama por transparencia en una controversia que ha dominado los informativos y los titulares. Esta situación ha marcado un punto de inflexión para los medios del Reino Unido, que ahora plantean abiertamente todas las preguntas y exigen respuestas. Hace poco, los tabloides optaron por no publicar la primera imagen de Kate desde su operación, en la que aparecía en el asiento del copiloto de un 4×4 Audi conducido por su madre y que fue difundida por el medio estadounidense TMZ. Ahora, consideran que no todo vale para respetar la privacidad de la Princesa y demandan hechos concretos.

A partir de este momento, Kate ya no es la protegida de la prensa. Sin embargo, esta crisis llega en un momento desafortunado. Carlos III está luchando contra el cáncer, la reina Camilla, de 76 años, está agotada por tener que presidir tantos actos en solitario a su edad, el príncipe Guillermo está menos activo, y Kate Middleton está ausente y envuelta en el misterio.