El asombroso alcance del telescopio espacial James Webb de la NASA ha capturado una imagen impresionante de la distante galaxia AzTECC71, que, según los expertos, parece evocar la imagen de un rostro fantasmal con una expresión de grito. Esta galaxia enigmática, surgida aproximadamente 900 millones de años después del Big Bang, ha desatado la euforia en el ámbito científico.
Un monstruo que arroja estrellas
A primera vista, AzTECC71 muestra una figura peculiar que se asemeja a un rostro con ojos y boca abierta, dando la ilusión de una expresión de alarma en el vacío del cosmos. No obstante, esta extraña forma es el resultado de la alineación de dos galaxias más pequeñas situadas detrás de ella.
Más allá de su intrigante apariencia, esta galaxia es un coloso en el firmamento, generando una cantidad extraordinaria de estrellas, estimadas en cientos por año, lo que la convierte en una de las más activas en el universo primitivo.
Los estudios revelan que AzTECC71 produce estrellas a un ritmo asombroso, alrededor de 300 veces más que nuestra propia Vía Láctea. Esta acelerada formación estelar conlleva a la expulsión de algunas estrellas hacia el espacio intergaláctico debido a la intensa presión de la radiación y el gas en su interior.
Este descubrimiento podría transformar radicalmente la comprensión científica del universo temprano. Anteriormente se consideraba que las zonas de formación estelar masiva eran excepcionales en ese período.
Sin embargo, la presencia de AzTECC71 sugiere que podrían ser hasta diez veces más comunes de lo supuesto, lo que implica una diversidad y complejidad cósmica más amplia de lo imaginado hasta ahora. Este hallazgo, por ende, desafía concepciones previas, abriendo una nueva perspectiva sobre los orígenes y la dinámica del universo primitivo.