Acapulco, México – Francisco Orihuela Ramírez, conocido en redes sociales como “Paco, el joven de las empanadas”, se convirtió en un fenómeno viral en 2016 gracias a su carisma y su singular estilo de venta en las playas de Acapulco. Su capacidad para conectar con los clientes y su entusiasmo al ofrecer empanadas llamaron la atención de numerosos internautas y, en particular, del empresario Arturo Elías Ayub, quien le ofreció una beca para formarse profesionalmente y expandir su emprendimiento. Sin embargo, esta oportunidad de oro no se concretó, ya que su padrastro le impidió aceptarla.
El Impacto del Maltrato
A pesar de su éxito inicial, la fama de Paco comenzó a desvanecerse, y su historia quedó en el olvido hasta que en 2023 regresó a los medios, aunque sin el mismo reconocimiento que antes. Durante una reciente entrevista en el canal de YouTube Archie Comedy, Paco compartió su dolorosa experiencia de maltrato a manos de su padrastro. «No me dejaban, porque esta persona sabía que en el momento que yo me fuera, se iba a acabar ese flujo, esa gallina de los huevos de oro», reveló con lágrimas en los ojos.
Paco relató cómo sufría al no poder vender todas las empanadas, enfrentando la presión y el temor de las consecuencias que tendría en casa. “Una vez llegué y me habían quedado 10 empanadas. Toqué, toqué, toqué, y no me abrieron. Me abrió la puerta, y todavía pedía perdón por no vender todo. Esa noche, con la fuerza de un cabrón de 40 años, me metió un trancazo. Cuando me pude parar, mi mamá bajó y, en lugar de ayudarme, se subió. Me dijo: ‘Ponte a hacer las empanadas y aguas donde te quedes dormido’”.
Un Testimonio de Resiliencia
La experiencia de maltrato que sufrió ha dejado una marca profunda en la vida de Paco. La ansiedad y el miedo que enfrentaba cada vez que un cliente rechazaba comprar sus empanadas eran constantes, ya que sabía que eso podía costarle una brutal golpiza. “¿Sabes lo que sentía cuando un cliente me decía que no me iba a comprar? Miedo, porque yo sabía que eso me iba a costar una putiza”, confesó.
Hoy, Paco busca dar visibilidad a su historia, reflexionando sobre los momentos difíciles que vivió. A través de su testimonio, espera inspirar a otros que enfrentan situaciones similares, destacando la importancia de hablar y denunciar el abuso en todas sus formas.
La historia de Francisco Orihuela Ramírez resuena como un recordatorio de las dificultades que enfrentan muchas personas en situaciones vulnerables, y la resiliencia que se necesita para superarlas. Aunque su camino ha sido difícil, Paco continúa adelante, esperando un futuro mejor y más esperanzador.