Por siglos, se ha afirmado que parte del éxito biológico de los humanos se debe, entre otras cosas, a una habilidad que creíamos exclusiva de nuestra especie: la evolución cultural acumulativa, es decir, la capacidad de aprender comportamientos socialmente. Sin embargo, dos estudios recientes han cuestionado esta creencia.
Ambos estudios, publicados el mismo día en revistas académicas de Nature, revelan que los abejorros y los chimpancés también pueden aprender habilidades observando a sus congéneres. De manera más precisa, los autores del segundo estudio explican que «los chimpancés utilizan el aprendizaje social para adquirir una habilidad que no logran innovar de forma independiente». Este descubrimiento pone en tela de juicio la idea de que la evolución cultural acumulativa sea exclusiva de los humanos.
Las investigaciones han revelado que los abejorros y los chimpancés también aprenden habilidades al observar a sus congéneres. Este descubrimiento desafía la idea previa de que la evolución cultural acumulativa es exclusiva de los humanos.
Los estudios, publicados el mismo día en revistas académicas de Nature, muestran que los abejorros y los chimpancés utilizan el aprendizaje social para adquirir habilidades que no pueden innovar de forma independiente. El profesor Lars Chittka, uno de los autores del estudio sobre abejorros, lo resume de manera más sencilla: «Imagina dejar a algunos niños en una isla desierta. Podrían sobrevivir con suerte, pero nunca aprenderían a leer o escribir, ya que esto requiere aprender de generaciones anteriores. Este tipo de adquisición acumulativa de conocimientos se creía que era única de los humanos, hasta ahora».
Y es que el equipo de Chittka, conformado principalmente por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres, demostró que los abejorros pueden aprender de “abejas demostradoras entrenadas a abrir una nueva caja rompecabezas de dos pasos para obtener recompensas alimenticias, aunque no puedan hacerlo de forma independiente”.
El segundo equipo, del estudio de los chimpancés, estuvo integrado por científicos de distintas universidades de Alemania, Bélgica, Países Bajos y Reino Unido. Estos investigadores, a su vez, demostraron que los chimpancés utilizan el aprendizaje social para adquirir una habilidad que no consiguen “innovar de forma independiente”. En este caso, los primates aprendieron a manejar una caja de rompecabezas.
La importancia de estos hallazgos, según los investigadores del estudio con los insectos, radica en que, hasta el momento, este tipo de habilidad no había sido demostrada en invertebrados. Además, señalaron que su descubrimiento «sugiere que el aprendizaje social podría permitir la adquisición de comportamientos demasiado complejos para ‘re-innovar’ mediante el aprendizaje individual».
Por otro lado, los científicos del estudio con chimpancés señalaron: «Presentamos pruebas de la hipótesis de que el aprendizaje social en chimpancés es necesario y suficiente para adquirir una habilidad nueva y compleja después de la innovación inicial».