Después de que se conociera el viernes la acusación penal contra dos colombianos, quienes fueron acusados en Rusia de haber luchado como mercenarios en Ucrania y deportados desde Venezuela en julio pasado, Bogotá envió notas diplomáticas a Caracas y Moscú para solicitar más detalles sobre el caso, según el diario El Tiempo. El delito de mercenarismo se castiga con penas de entre 7 y 15 años de prisión según el Código Penal ruso.
José Aron Medina (36 años) y Alexander Ante (47 años), soldados colombianos en retiro que apoyaban al Ejército de Ucrania en el conflicto con Rusia, fueron sorprendidos por las autoridades chavistas -leales al Kremlin- mientras su vuelo de regreso a casa hacía una escala de 24 horas en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, en Caracas, a donde llegaron el pasado 18 de julio.
Arrestados en Rusia
El mes pasado, las autoridades colombianas los declararon desaparecidos después de perder el contacto con sus familiares, quienes se quedaron esperándolos en casa. Después de más de 40 días, se encontraron en una prisión rusa.
Según una reconstrucción de los hechos publicada por la BBCdespués de hablar con las familias de los detenidos, uno de ellos, Medina, estaba hablando con su esposa, Cielo Paz, cuando fue arrestado por la policía venezolana en Maiquetía. Lo último que escuchó de su esposo en esa llamada fue: “Amor, ahorita, ahorita la llamo”.
🔴 | Dos exmilitares colombianos que fueron a luchar en la guerra en Ucrania, regresando a Colombia, tuvieron que hacer escala en Venezuela, donde fueron detenidos y extraditados a Rusia para ser enjuiciados como mercenarios.
Hasta el viernes pasado, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) finalmente publicó un video en el que aparece su esposo, lo último que se sabía de él fue esa brusca despedida. La narración comienza con el hombre colombiano caminando por un pasillo bien iluminado, con la cabeza abajo y las manos en la espalda, siendo detenido por un vigilante ruso que lo sujeta por la nuca.
Cuando entran a un cuarto donde se ve un escritorio, que se supone que es una sala de interrogatorio, la secuencia se corta. Inmediatamente comienza otra escena, en la que el colombiano aparece y se dirige a la cámara mientras enumera sus datos generales y reconoce que pertenecía al batallón 49 Carpathian Sich. Después, se observan imágenes prácticamente idénticas, pero con el otro arrestado, al que obligan a realizar la misma rutina de manera casi coreográfica.
Identificación de Alexander Ante durante su paso por el Ejército colombiano. Foto tomada de 14Ymedio.com / Captura.
Según la prensa colombiana, el FSB es responsable de las investigaciones y fue el encargado de solicitar a un tribunal del distrito de Lefortovo, en Moscú, que implementara una medida preventiva de detención provisional en contra de Medina y Ante.
Según Moscú, se confiscaron documentos que confirman las actividades ilegales de los colombianos, así como la vestimenta militar ucraniana con insignias del batallón de los Cárpatos Sich de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Se prevé que ambos permanezcan en cautiverio hasta al menos el 22 de octubre, mientras el FSB finaliza sus investigaciones sobre el caso.
El FSB difundió imágenes de las identificaciones, tarjetas bancarias e insignias militares confiscadas a los colombianos. Foto tomada de 14YMedio.com / Captura
Desde julio pasado, los seres queridos de los soldados han intentado varias acciones ante las autoridades colombianas, en particular ante la Fiscalía para informar sobre la desaparición de ambos hombres e incluso ante la Embajada de Venezuela en Bogotá, sin obtener resultados, según la BBC.
Desde que comenzó la guerra en febrero de 2022, otros colombianos además de Medina y Ante han acudido a Ucrania para luchar contra Rusia. Según una investigación realizada por larevista Semana, hay al menos 30 combatientes.
En los fragores de la batalla, suelen identificarse con apodos como el Guajiro, Vengador, Flaco, Halcón, Jaguar, Chaca y otros por el estilo, según contaron a la revista. Una vez que llegan a Ucrania son trasladados a una base donde reciben entrenamiento por un tiempo, no es claro cuánto, y son enviados al frente en función de las necesidades de combate.
Una vez frente al enemigo, sus salarios no son tan jugosos como lo prometen en redes, se han lamentado.
Los soldados mercenarios cubanos contratados por Moscú se encuentran en la otra orilla del conflicto. De acuerdo con las autoridades ucranianas, se estima que entre 400 y 3.000 soldados de la Isla están participando en la batalla en representación de Rusia. La situación actual ha llevado a Kiev a criticar a las autoridades de La Habana por su falta de tolerancia hacia las operaciones de reclutamiento ruso.
Algunos de los mercenarios cubanos fallecidos en el frente han sido identificados. Un ejemplo es Mario Alberto Céspedes Pérez, quien trabajó como agente de la Seguridad del Estado en Las Tunas y fue atacado por drones ucranianos.
