Un tribunal de Honduras sentenció a Eber Ezequiel Espinoza a 96 años de prisión por ser el autor material del asesinato de cuatro jóvenes, incluyendo al hijo del expresidente Porfirio Lobo.
Espinoza fue declarado culpable del delito de asesinato en perjuicio de Said Omar Lobo Bonilla y de tres jóvenes más, José Salomón Vásquez Chávez, Norlan Rodríguez Romero y Luis Armando Zelaya, por lo que recibió una sentencia de 22 años de prisión y seis meses de cárcel por cada asesinato cometido, lo que totaliza 90 años de cárcel.
Según la nota de La Sala II del Tribunal de Sentencia con Jurisdicción Nacional, fue declarado culpable de un delito cometido en concurso real de asociación para delinquir, lo que le resultó en una pena de seis años de prisión y una pena accesoria de inhabilitación absoluta.
En el proceso, se determinó que los ciudadanos Erick Macías Rodríguez y Norma Alicia García eran responsables de encubrimiento, lo que resultó en una sentencia de seis años y ocho meses de prisión. Además, también se les impuso una sentencia de seis años de prisión, lo que suma un total de 12 años y ocho meses, según el comunicado.
Culpables
El pasado 16 de mayo, los tres acusados fueron declarados culpables de la muerte de cuatro jóvenes, incluido el hijo del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), en un incidente cometido por un escuadrón criminal especializado que fue grabado en cámaras de vigilancia y que tuvo un impacto en la sociedad en julio de 2022.
Se les impuso una sentencia en particular por el asesinato de Said Omar Lobo Bonilla (sobrino de Porfirio Lobo), José Salomón Vásquez Chávez (sobrino de Walter Chávez), Norlan Enrique Rivera Rodríguez (motorista de Said Lobo) y Luis Armando Zelaya Rivera (sobrino político de Romeo Vásquez).
Un grupo de seis hombres fuertemente armados, vestidos con indumentaria alusiva a la extinta Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), mató a las cuatro víctimas en la madrugada del 14 de julio de 2022 cuando salían de una discoteca en el centro comercial Torre Centro Morazán de Tegucigalpa.
Las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia muestran cómo los asesinos primero embistieron el automóvil y luego, después de desbordarlos del vehículo, los ejecutaron con una serie de disparos en el mismo lugar.
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