La situación diplomática en Rusia y Alemania es grave. El lunes, Moscú acusó a Berlín de estar involucrado directamente en la guerra en Ucrania, después de que se divulgaran en las redes sociales supuestos diálogos entre oficiales alemanes sobre la entrega de armas a Kiev.
El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, ha afirmado que Rusia busca «desestabilizar» al país con la filtración.
«Se trata simplemente de utilizar esta grabación para desestabilizar» y dañar «la unidad del país», afirmó. El ministro Pistorius afirmó que la intención es «sembrar la división política en el plano interno y espero sinceramente que Putin no lo logre y sigamos unidos».
¿Qué dicen las filtraciones?
Rusia compartió el viernes en las redes sociales una grabación de audio de una videoconferencia entre altos funcionarios alemanes sobre un posible lanzamiento de un misil hacia Ucrania.
La exactitud de la conversación ha sido confirmada por Berlín y «reitera la implicación directa de los países occidentales en el conflicto de Ucrania», dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
En esta conversación los participantes hablan de la hipótesis de suministrar a Ucrania misiles de largo alcance Taurus de fabricación alemana.
Alemania niega oficialmente cualquier intención de suministrar tales misiles a Ucrania, citando el riesgo de una escalada del conflicto.
Los participantes también mencionaron la posibilidad de bombardear el puente de Crimea, que conecta el territorio ruso con Crimea, anexionado por Moscú en 2014. Uno de ellos señaló que se necesitarían entre 10 y 20 cohetes para destruirlo.
«La grabación en sí muestra que los planes para llevar a cabo bombardeos en territorio ruso se están discutiendo en detalle y concretamente dentro de la Bundeswehr», dijo Peskov.
El incidente provocó una crisis diplomática entre los dos países. El embajador de Alemania en Rusia, Alexander Graf Ramsdorff, visitó el lunes por la mañana el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Luego, el embajador abandonó el ministerio sin hacer comentarios a los periodistas después de pasar poco más de una hora dentro del ministerio, según las agencias de noticias rusas. Berlín negó haber convocado al embajador y un portavoz diplomático alemán afirmó que la reunión estaba prevista «desde hacía mucho tiempo».