La información sobre los militares colombianos José Arón Medina Aranda y Alexander Ante se obtuvo por última vez cuando llegaron a Caracas desde Madrid el 18 de julio pasado. Después de luchar contra Rusia en las filas del ejército de Ucrania, hicieron una parada antes de volver a Colombia.
Casi un mes y medio después de su desaparición, este viernes han llegado noticias suyas: están detenidos en Moscú bajo la acusación de ser mercenarios. Las autoridades de Venezuela no han respondido a la solicitud de información sobre los detenidos poco después de su desaparición.
Los gobiernos de Rusia y Venezuela tienen una estrecha alianza, y el presidente Vladimir Putin es uno de los pocos líderes que ha apoyado la reelección de Nicolás Maduro después de las elecciones del 28 de julio, a pesar de que la legitimidad del presidente ha sido cuestionada por gran parte de la comunidad internacional.
De acuerdo con The New York Times, los dos soldados, provenientes del departamento del Cauca, permanecieron en las filas ucranianas durante un período de 8 a 10 meses. El 18 de julio, comenzó su regreso en Varsovia (Polonia).
Escala en Caracas
El primer vuelo tenía como destino Madrid, pero Medina envió un video a su esposa en el que se lo veía con uniforme militar y se preparó para embarcarse en el segundo vuelo que lo llevaría a Caracas.
Posteriormente, reveló su ubicación desde el aeropuerto de la ciudad capital de Venezuela. Después de eso, su familia perdió toda comunicación con él. El viaje a Bogotá estaba previsto para la tarde del 19 de julio. Un tribunal de Moscú ordenó la detención de ambos el pasado jueves.
Después de la desaparición de los militares, sus seres queridos se dirigieron a la Cancillería colombiana para solicitar apoyo. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela recibió una carta del representante colombiano en Caracas el 25 de julio en la que cuestionó si Medina y Ante habían sido arrestados por alguna autoridad del país.
De acuerdo con la representación, los seres queridos de los soldados le informaron que llegaron al aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía el 18 de julio en un avión de la compañía Plus Ultra que partía de Madrid.
El documento también mencionaba que en el caso de que los señores Medina Miranda [sic] y Ante estén bajo custodia de alguna autoridad venezolana, la Embajada solicita la amabilidad del Honorable Ministerio para que pueda ser autorizada su visita consular.
El 5 de agosto se recibió una respuesta al oficio, que no contenía más detalles: «Sobre el asunto, sirva la presente para informar a esa Misión Diplomática que su solicitud ha sido remitida a la autoridad nacional competente, cuyas consecuencias serán informadas».
El 15 de agosto, la Cancillería colombiana respondió a una solicitud del representante a la Cámara José Jaime Uscátegui, confirmando su espera de una respuesta de las autoridades venezolanas. En los siguientes quince días, no se produjeron cambios. Hasta este viernes, cuando se han difundido los vídeos que muestran a los arrestados en Moscú. La familia de los soldados colombianos ha confirmado que las personas que aparecen en las grabaciones son reales, según The New York Times.
Uscátegui, quien es un político uribista y hijo de un general retirado, compartió en sus redes sociales un video en el que se muestra a Medina y Ante bajo la custodia de militares rusos. Hablan a la audiencia, revelan sus identidades y brindan información sobre el batallón ucraniano en el que participaron en la batalla.
Los documentos de los militares, como su cédula de ciudadanía, libreta militar, licencia de conducir y tarjeta bancaria, también se muestran en la grabación. En la publicación, el legislador que se opone al Gobierno de Gustavo Petro, cuestiona a la Cancillería colombiana por no actuar en defensa de los derechos de estos dos ciudadanos.
La crudeza de la guerra ha debilitado las filas ucranianas, por lo que reciben sin problemas a soldados de otros países. Dentro de ellos se encuentran soldados de Colombia, quienes han tenido experiencia en uno de los conflictos armados más extensos del planeta.
La llegada de colombianos ha sido facilitada por reglas más flexibles desde 2023.
En una entrevista reciente con este periódico, la periodista colombiana Catalina Gómez Ángel, quien ha estado trabajando por largos períodos en Ucrania, explicó que muchos de los trabajadores en el campo de la seguridad son veteranos, pensionados o retirados del ejército, quienes trabajaban de una u otra manera en el campo de la seguridad.
Después de recibir una invitación directa del presidente ucraniano Volodimir Zelenski en febrero pasado, la información se ha difundido en grupos de WhatsApp de exmilitares.
Los mensajes incluyen algunos de agencias que llevan a soldados a otras guerras como Irak, Yemen o Afganistán, así como videos que funcionan como guías prácticas. En este momento, hay una gran cantidad de personas que están llegando.
En julio pasado, Gómez Ángel afirmó que se espera un cambio, ya que muchos están renunciando y se están dando cuenta de que los campos de batalla son más exigentes que antes.
Posición de Colombia ante invasión rusa
Frente a la invasión rusa en Ucrania, el Gobierno de Colombia ha mantenido una postura ambigua. Petro suele abstenerse de criticar a Putin y se refiere a un «acuerdo de paz» entre dos naciones en general, sin tener en cuenta que uno es el agresor y el otro el agredido.
No obstante, existe una excepción notable: hace un año, el líder señaló que Moscú violó los protocolos de la guerra al atacar a civiles colombianos indefensos.
Después del ataque a un restaurante en Kramatorsk, Ucrania, donde se encontraban el excomisionado de Paz Sergio Jaramillo, el escritor Héctor Abad Faciolince y Gómez Ángel, así como la escritora ucrania Victoria Amelina, quienes perdieron la vida debido al impacto de un misil ruso. Los demás salieron ilesos o con heridas leves.
En el mes de junio pasado, el líder de Colombia optó por cancelar anticipadamente su asistencia a la Cumbre para la Paz en Ucrania, que se llevaba a cabo en Suiza.
Durante su estadía en Europa, Petro tenía la intención de reunirse con el presidente Zelenski en ese lugar, sin embargo, reveló de manera inesperada que preferiría regresar a Bogotá, ya que su conferencia estaba relacionada con la guerra y sus resultados estaban predeterminados. La mayoría de las naciones de América Latina y el gobierno colombiano se oponen a la prolongación de la guerra. «No nos inscribimos en bloques políticos», insistió en su cuenta de Twitter preferida, X.
Te puede interesar: