La denuncia por violencia de género presentada por Fabiola Yañez contra el ex presidente Alberto Fernández ha cobrado mayor relevancia tras la filtración de fotos y chats que documentan presuntos episodios de violencia física. Según las capturas de pantalla y las imágenes, los incidentes ocurrieron en agosto de 2021, durante el periodo de pandemia por COVID-19.
Las fotos muestran a la ex primera dama con visibles moretones en el brazo y la cara. En una serie de mensajes intercambiados entre Yañez y Fernández, la ex primera dama le reprocha al ex presidente su conducta violenta y documenta los daños sufridos. En los mensajes, Yañez expresa su frustración y dolor: “Esto no funciona así, todo el tiempo me golpeas. Es insólito. No puede dejar que me hagas esto cuando yo no te hice nada. Y todo lo que trato de hacer con la mente centrada es defenderte y vos me golpeas físicamente. No hay explicación.”
Yañez insiste en su reclamo: “Me volves a golpear. Estás loco.” La respuesta de Fernández a la acusación es preocupante, ya que él admite sentir malestar, diciendo: “Me siento mal”. Ante la insistencia de Yañez sobre los golpes recurrentes, afirmando que “venís golpeándome hace 3 días seguidos”, Fernández responde: “Me cuesta respirar. Por favor pará. Me siento muy mal.”
En los intercambios, Yañez también menciona incidentes específicos, como cuando Fernández la «samarreó de los brazos», dejándole moretones visibles. Ella le envía las imágenes a Fernández con la descripción de los moretones, añadiendo: “Y cuando me samarreaste de los brazos me dejaste moretones. Esto es cuando me samarreaste.”
La revelación de estos mensajes y fotografías plantea serias preguntas sobre la naturaleza de la relación entre Yañez y Fernández y ha generado un intenso debate público sobre el tema de la violencia de género en la esfera política. La denuncia ha recibido una atención significativa tanto en los medios de comunicación como en la opinión pública, y las autoridades se han visto obligadas a abordar el asunto con la seriedad que merece.
La exposición de estos documentos personales subraya la gravedad de las acusaciones y la urgencia de una investigación exhaustiva. La comunidad espera una respuesta adecuada por parte de las autoridades y un proceso judicial transparente que garantice justicia para la víctima.
Mientras tanto, la situación continúa desarrollándose, y la sociedad se mantiene atenta a los próximos pasos en este caso que ha conmocionado a la opinión pública y ha puesto en evidencia la necesidad de abordar de manera efectiva el problema de la violencia de género en todos los ámbitos de la vida pública y privada.