En Venezuela, se han arrestado recientemente a tres personas, tres estadounidenses, dos españoles y un checo, debido a su presunta implicación en una conspiración para desestabilizar el país.
El ministro del Interior, Diosdado Cabello, anunció en una declaración a la estatal Venezolana de Televisión (VTV), que los detenidos eran parte de una conspiración para matar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y otros altos funcionarios.
El ministro mencionó que las fuerzas de seguridad confiscaron cientos de armas de fuego que habrían ingresado ilegalmente al país después de acusar a los servicios de inteligencia estadounidenses y españoles de planear el complot.
Las detenciones se llevan a cabo días después de que Estados Unidos impusiera sanciones a 16 funcionarios venezolanos por participar en las declaraciones de victoria fraudulentas e ilegítimas de Maduro y su represión brutal de la libertad de expresión después de las elecciones presidenciales cuestionadas del 28 de julio pasado.
Maduro fue declarado vencedor de los comicios por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y luego por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con el 52% de los votos. No obstante, no han proporcionado pruebas públicas que respalden esta conclusión.
La oposición divulgó en Internet el 80% de las actas de votación a las que tuvo acceso durante la elección, indicando que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganaría los comicios con más del 60% de los votos.
Desde Madrid y Washington se han negado cualquier participación en la presunta conspiración.
No solo la CIA
En las últimas dos décadas, los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro han denunciado numerosas conspiraciones, lo que se suma a la larga lista.
A pesar de que las autoridades venezolanas suelen mencionar a los organismos de seguridad estadounidenses, incluyendo la CIA, como responsables de actuar en su contra, en esta ocasión han agregado a un nuevo actor: el Centro Nacional de Inteligencia de España (CNI).
«La CIA está liderando esta operación y eso no nos sorprende; sin embargo, el Centro Nacional de Inteligencia de España siempre ha mantenido un perfil bajo, sabiendo que la CIA opera en esta zona”, declaró Cabello.
El ministro afirmó que los españoles arrestados, identificados como José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, habrían admitido haber intentado traer a un grupo de mercenarios con un objetivo claro: matar al presidente Nicolás Maduro, a la vicepresidenta Delcy Rodríguez, a él mismo y a otros compañeros que lideran nuestro partido y nuestra revolución.
Según Cabello, los españoles fueron detenidos en las cercanías del aeropuerto de Puerto Ayacucho, la capital del estado Amazonas sureño y selvático, a 710 kilómetros al sur de Caracas, «en una situación irregular, tomando fotografías».
Sin pruebas, afirmó que en los teléfonos de los arrestados se encontraron llamadas con miembros del partido Vente Venezuela, liderado por la opositora María Corina Machado, y otros opositores.
«Contactaron con mercenarios franceses y con mercenarios de Europa del Este, y están en una operación para intentar atacar a nuestro país”, aseveró Cabello, quien agregó que se confiscaron 400 armas de fuego durante la operación.
Y, por último, el funcionario prometió mano dura.
“Vamos a usar todos los mecanismos para repeler y derrotar a estos grupos de mercenarios, de terroristas (…) Seremos extremadamente rígidos y severos en la defensa de la seguridad y la paz de Venezuela”, aseguró.
De acuerdo con la organización Foro Penal, las declaraciones del ministro parecen augurar una nueva ronda de arrestos, especialmente en un momento en que el país ha registrado más de 1.600 detenciones por participar en manifestaciones en contra de los resultados de las elecciones.
A principios de este año, Maduro afirmó que las fuerzas de seguridad de Venezuela desarticularon cinco supuestos complots en su contra que habrían sido planificados por sus oponentes.
Después de estas indicaciones, el gobierno suspendió las conversaciones con la oposición y arrestó a numerosos políticos, periodistas y defensores de los derechos humanos.
«Mi hijo no trabaja para el CNI»
Las acusaciones de Cabello fueron negadas por la familia de los aprehendidos.
«Mi hijo no trabaja para el CNI, claro que no», aseguró al diario español El Mundo el padre de Andrés Martínez Adasme, uno de los capturados.
Fuentes gubernamentales confirmaron esta afirmación al periódico matutino de Madrid El País, aunque negaron que los arrestados sean miembros del servicio de inteligencia español.
El hombre afirmó que su hijo y el otro arrestado se encontraban de vacaciones en Suramérica, sin embargo, el 2 de septiembre se perdió su presencia cerca de la ciudad colombiana de Inírida.
“Estaba desaparecido en un viaje en Venezuela y ahora está en Caracas, es todo cuanto sé”, agregó el padre de Martínez.
Estados Unidos y España, por su parte, ha rechazado las acusaciones de Cabello.
«Cualquier afirmación sobre la participación de EE.UU. en un complot para derrocar a Maduro es categóricamente falsa», aseguraron desde el Departamento de Estado.
Según Washington, su apoyo se limita a «una solución democrática a la crisis política en Venezuela».
Las autoridades españolas expresaron su opinión de manera similar.
“España desmiente y rechaza cualquier insinuación de estar implicada en una operación política en Venezuela. El Gobierno ha constatado que los detenidos no forman parte del CNI ni de ningún otro organismo estatal. España defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela”, se lee en un comunicado difundido este domingo por el ejecutivo del socialista Pedro Sánchez.
Los estadounidenses
Venezuela no ha proporcionado mucha información sobre los detenidos estadounidenses.
Cabello informó que solo se tiene conocimiento de que uno de los detenidos es Wilbert Joseph Castañeda, un oficial de la Armada estadounidense experto en explosivos que habría estado en Afganistán e Irak.
Los otros dos, a quienes el ministro del Interior identificó como Estrella David y Aaron Darren Logandes, de EE.UU., negaron aún su estado de salud.
Según la información proporcionada desde Caracas, los ciudadanos estadounidenses habrían sido arrestados en la localidad de Puerto Ayacucho, al igual que los españoles.
Las detenciones solo aumentan la tensión entre Caracas, Washington y Madrid.
El gobierno de Maduro ha expresado su fuerte rechazo a las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos a funcionarios judiciales y militares venezolanos.
Sin embargo, las detenciones fueron anunciadas solo una semana después de que Edmundo González Urrutia, el candidato opositor, presentara una solicitud de asilo ante el gobierno español.
A pesar de que el opositor salió de manera acordada, la decisión simbólica del Congreso español de reconocer al oponente de Maduro como presidente electo de Venezuela y la calificación que la ministra española de Defensa, Margarita Robles, hizo del gobierno venezolano como una «dictadura» no ha sido bien recibida en Caracas, donde han convocado a su embajadora en Madrid.
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