EE.UU. Insta a Honduras a Reconsiderar Fin del Pacto de Extradición

Estados Unidos Insta a Honduras a Reconsiderar la Terminación del Tratado de Extradición

El Gobierno de Estados Unidos urgió hoy al de Honduras a reconsiderar su reciente decisión de dar por terminado el tratado bilateral de extradición entre ambos países, una medida que podría tener graves implicaciones en la lucha conjunta contra el narcotráfico y el crimen transnacional.

En declaraciones a EFE, un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. enfatizó la importancia del tratado de extradición, describiéndolo como «una valiosa herramienta de aplicación de la ley que ha beneficiado tanto al pueblo de Honduras como a Estados Unidos». El funcionario subrayó que, por el momento, el pacto sigue en vigor y advirtió que su cancelación «perjudicará los esfuerzos de Honduras y Estados Unidos para luchar conjuntamente contra el narcotráfico y llevar a los criminales ante la Justicia».

El anuncio de la cancelación del tratado por parte del Gobierno hondureño llegó el miércoles, tras una notificación oficial a la Embajada de EE.UU. en Tegucigalpa. La decisión se produjo horas después de que la embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu, expresara la preocupación de su país por una reunión entre autoridades de Defensa de Honduras y el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, quien ha sido sancionado por Estados Unidos.

El portavoz estadounidense reiteró el compromiso de Washington de continuar colaborando con sus socios internacionales para combatir el narcotráfico y garantizar que los criminales sean presentados ante la justicia. Asimismo, destacó que Estados Unidos «valora su relación de larga data con Honduras y el compromiso compartido de defender el estado de derecho y combatir el crimen transnacional».

Por su parte, el Gobierno hondureño ha justificado la revocación del tratado. El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, declaró que la decisión se tomó por temor a que el tratado sea utilizado como un «arma política» para extraditar a funcionarios o militares de alto rango por razones «puramente políticas». En consonancia con esta postura, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, afirmó que su país no permitirá que la extradición sea usada para «intimidar o chantajear» a las Fuerzas Armadas de Honduras.

Este desarrollo marca un momento de tensión en las relaciones bilaterales entre Honduras y Estados Unidos, en un contexto donde la cooperación en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado ha sido un pilar fundamental de la alianza entre ambos países. La resolución de este conflicto será crucial para determinar el futuro de la cooperación en materia de seguridad y justicia entre Tegucigalpa y Washington.