En una clínica de Guayaquil, se encuentra el ex vicepresidente Jorge Glas, quien se encuentra bajo la custodia de las autoridades ecuatorianas para enfrentar la justicia, luego que fuera sacado a la fuerza de la embajada de México en Quito, capital de Ecuador y se originara una crisis diplomática que hasta el momento mantiene el rompimiento de las relaciones bilaterales entre ambos países.
Medios ecuatorianos a través de fuentes cercanas al movimiento Revolución Ciudadana, del cual Glas es miembro, apuntaron a que el político habría intentado suicidarse.
Según los medios ecuatorianos, Glas, quien se había refugiado en la embajada de México en Ecuador desde diciembre, habría tomado una mezcla de ansiolíticos, antidepresivos y sedantes en la cárcel La Roca de Guayaquil.
Después de sufrir una «sobredosis», el líder político fue trasladado de la prisión de alta seguridad al Hospital Naval de Guayaquil, en Ecuador, para recibir tratamiento médico.
Negarse a comer
Sin embargo, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) de Ecuador señaló que la negativa de Glas de comer fue lo que causó que resultara en el hospital.
Según la organización, «los protocolos de seguridad y atención en salud» se aplicaron a Glas porque no había respondido al llamado del personal de la cárcel.
El documento oficial del SNAI indica que Jorge G., la persona encarcelada, sufrió una posible descompensación debido a su negativa a comer alimentos durante las últimas 24 horas.
La organización informó que Glas se encuentra «estable y permanecerá en observación durante las próximas horas, previo retorno al Centro de Privación de Libertad».
Glas enfrentó acusaciones de corrupción y malversación de fondos en su país de origen, pero México le concedió asilo, lo que provocó un conflicto entre Ecuador y México.
Esta decisión fue considerada como un “acto ilícito” por parte del gobierno ecuatoriano, lo que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países y la retirada del personal diplomático mexicano de Ecuador después del asalto policial a la embajada. El acto de Ecuador fue condenado a nivel internacional.
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