Una mujer ha sido sentenciada a dos meses de prisión y una multa de 1.222 dólares neozelandeses (720 dólares estadounidenses) por maltratar a su mascota hasta su muerte en Auckland, Nueva Zelanda. Durante un año, el tribunal del Distrito de Manukau también le prohibió tener perros.
El protagonista del caso, que ha causado mucha indignación, es Nuggi, el perro de la acusada, quien al ser rescatado por la Policía pesaba más de 53 kilos y no podía caminar.
Nuggi experimentó conjuntivitis, heridas en el vientre y los codos y obesidad extrema como resultado de una sobrealimentación severa.
Las condiciones de Nuggi fueron descritas como un infierno por los funcionarios de la Sociedad Protectora de Animales de Auckland.
La capa de grasa impedía que los veterinarios escucharan sus pulsaciones con un estetoscopio debido a su obesidad extrema.
La acusada reconoció durante el juicio que, además de galletas, daba a Nuggi nueve pedazos de pollo al día.
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