Intensas lluvias arrasan con puente en Río Grande do Sul, Brasil

Las fuertes lluvias que azotaron el estado Rio Grande do Sul, en Brasil, han causado estragos en al menos 134 ciudades del sudeste del país, causando muertes y daños en la infraestructura.

Según las autoridades, al menos 29 personas murieron y 60 personas siguen desaparecidas. La alcaldesa de Santa Tereza, Gisele Caumo, transmitía en Instagram una advertencia sobre las tormentas cuando un puente fue destruido a sus espaldas.

La situación en la zona es desastrosa, con enormes áreas completamente inundadas, ríos que arrasan puentes y carreteras, y rescates complicados de personas en techos o a punto de ser arrastradas por crecidas.

«Quiero lamentar profundamente todas las vidas perdidas, son 29 muertes registradas y con el dolor más profundo de mi corazón, sé que serán todavía más», dijo el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, en una transmisión en vivo por YouTube.

Sin precedentes

Leite afirmó que la cantidad de personas desaparecidas puede aumentar debido a las dificultades para llegar a zonas aisladas.

En el centro del estado, las inundaciones afectan principalmente a 154 áreas.

En Capela de Santana, un municipio de 11.000 habitantes, el operador de máquinas de 52 años Raul Metzel dijo que nunca había visto algo similar.

«Está todo bajo el agua, es triste. Y va a empeorar (…). ¿Quién puede dormir de noche? No sabemos cómo va a subir el agua, y cuando llega a la puerta de la casa, ya no se consigue levantar nada», contó afligido a la AFP.

Imágenes aéreas de AFPTV muestran zonas de Capela de Santana totalmente inundadas, donde solo se ven techos de viviendas.

En su último informe (22H00 GMT), Defensa Civil reportó también 36 heridos. Además, más de 10.000 personas han sido evacuadas y 4.600 se encuentran en refugios.

Calamidad

El gobernador reiteró que este es el «desastre climático más devastador» en la historia del estado.

En la mañana del jueves, estableció un estado de «emergencia pública» en Rio Grande do Sul.

Este jueves, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó la zona y aseguró que habrá suficientes recursos humanos y materiales para reducir el sufrimiento causado por este fenómeno natural extremo.

Leite enfatizó los esfuerzos realizados para salvar vidas, debido a la posibilidad de que los ríos y arroyos del estado desborden en las próximas horas.

«Vine aquí para ayudar a la gente, para sacarla de la inundación, porque es muy peligroso, hay mucha corriente», contó Guilverto Luiz, un pescador de 52 años que se sumó a los esfuerzos de rescate en Sao Sebastiao do Caí, a unos 70 km de Porto Alegre, la capital del estado.

Leite también alertó sobre el rápido aumento del nivel del río Guaíba en Porto Alegre, el cual podría alcanzar los cinco metros en la madrugada del viernes.

Si se confirma la predicción, la inundación que ocurrirá en la ciudad será mayor que la registrada en 1941, destacó.

El gobierno federal envió 626 soldados de las Fuerzas Armadas para ayudar a la población afectada, distribuir agua y alimentos y establecer refugios, además de 12 aeronaves, 45 vehículos y 12 embarcaciones.

Municipios aislados

Se pronostican fuertes lluvias con vientos, granizo y descargas eléctricas en Rio Grande do Sul y Santa Catarina, Brasil, con daños en carreteras, cortes de energía y agua.

Muchos municipios están aislados y se suspendieron las clases y los partidos de fútbol. Esta situación revive el recuerdo del devastador ciclón de septiembre pasado que dejó al menos 31 personas fallecidas en la región.

Según los expertos, el calentamiento global agudiza la intensidad y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos que han golpeado Brasil. La situación se agrava aún más por el fenómeno climático de El Niño.

Los científicos estiman que las temperaturas globales actuales son alrededor de 1,2º C más altas en general que a mediados del siglo XIX, lo que causa un aumento de inundaciones, sequías y olas de calor.

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