Este jueves, el expresidente Roberto Micheletti volvió a escena asegurando que no siente temor ante la posibilidad de ser imputado por el golpe de Estado de 2009. Incluso, manifestó con atrevimiento que espera, en tono de burla, ser notificado sobre una eventual acusación relacionada con los eventos de ese año.
«Andan amenazando con meterme en la cárcel por el golpe de Estado. Estoy a la espera de recibir la notificación, y con todo gusto me presentaré. Estoy preparado, completamente listo para tomármelo con humor y reírme a carcajadas», expresó.
El líder liberal señaló que la situación de su partido no luce prometedora: «No contamos con un candidato capaz de liderarnos, ni con una figura que logre unir a los hondureños».
Hizo hincapié en que los demás partidos se encuentran «tan desorientados como el nuestro».
No quiso hacer comentarios sobre la gestión del Partido Libre durante su mandato en la nación.
Afirmó que no desea inmiscuirse en asuntos políticos debido a su edad avanzada, ya que cuenta con 81 años. Al mismo tiempo, destacó que disfruta de una vida apacible y tranquila en su ciudad natal, El Progreso, Yoro, donde posee una finca y algunos buses.
Envío un afectuoso saludo a todos sus amigos, haciendo hincapié en que su cariño se extiende a personas de diversas afiliaciones políticas, incluyendo al Partido Nacional, seguidores de Salvador Nasralla, simpatizantes del Partido Liberal, miembros de la Democracia Cristiana y de otros partidos, a quienes les brinda un cordial abrazo.
Esta mañana, Roberto Micheletti asistió al funeral del empresario hondureño Napoleón Juan Larach, quien falleció la noche del martes en San Pedro Sula, al norte de Honduras. JS