Tras la segunda noche de conciertos de la cantante colombiana Karol G en Madrid, España, los aledaños del estadio Santiago Bernabéu se han llenado de vehículos y personas. Un hombre de 42 años que ha venido desde Vigo para disfrutar de la actuación aprovecha el ambiente para grabar con su móvil el ambiente después del recital, y un grupo de chicas jóvenes comienza a reprocharle que no las grabe. Un intercambio verbal que terminaría con la muerte del vigués horas después.
El ambiente festivo y la tragedia se distinguen en unos segundos. Un individuo de 33 años que estaba junto a las chicas les da «un manotazo» que les hace perder el equilibrio y les rompe la base del cráneo al caer, según fuentes policiales de GRAN MADRID.
El herido, que se encuentra «inconsciente y sangrando por el oído derecho», es auxiliado por agentes de la Policía Municipal desplegados en el dispositivo de tráfico preparado para el concierto, quienes lo colocan en posición de seguridad mientras llaman al Samur instantes después del suceso.
Los agentes interrogan a los testigos que cuentan cómo la agresión resultó en una conversación en la que criticaron a la víctima por «grabar a unas chicas» mientras esperan la llegada de los servicios de emergencias.
El ambiente de la víctima indica que el hombre de Vigo estaba «grabando una videollamada con su novia con el fin de enseñarle cómo vestían las chicas en el concierto de Karol G«.
Los agentes identifican y detienen al agresor, un hombre de 33 años que había llegado desde Mallorca después de disfrutar del concierto gracias a la ayuda ciudadana y las pesquisas rápidas.
Según fuentes del Samur, después de que los efectivos llegaran, la víctima fue diagnosticada con un «traumatismo craneoencefálico severo con otorragia izquierda». Después de recibir atención frente a las puertas del Bernabeu, fue intubado y trasladado al hospital con una condición «muy grave».
La víctima falleció a causa de sus heridas en el hospital a primera hora de la mañana del miércoles, según informan fuentes de la Policía Nacional a Gran Madrid. El vigués sufriría «lesiones irreversibles» si sobreviviera, según fuentes municipales que habían alertado previamente sobre el pronóstico desfavorable.
El atacante sigue detenido en las instalaciones de la Policía Nacional hasta que se le acuse oficialmente de un delito de homicidio por imprudencia grave, el cual implica una sentencia de uno a cuatro años de prisión.
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