La violencia se apoderó de una escuela primaria en Vantaa, al norte de Helsinki, Finlandia, después que un niño de 12 años mató con una pistola a un compañero e hiriera a otros dos más.
El tiroteo se produjo poco después de las 9:00 a.m. en el colegio de Viertola, a pocos kilómetros del aeropuerto de Helsinki-Vantaa, un centro escolar en el que estudian cerca de 800 alumnos de entre 7 y 16 años y donde trabajan unas 90 personas.
De acuerdo con las investigaciones iniciales, el individuo que cometió el tiroteo disparó a sus tres compañeros -uno de los cuales falleció en el acto- con una pistola propiedad de un familiar cercano, antes de ser arrestado sin oponer resistencia a casi tres kilómetros del lugar del incidente.
La sociedad nórdica se ha impactado con este nuevo episodio de violencia escolar que se han registrado en las últimas dos décadas de una manera poco más frecuente.
Reacción
«Estoy consternado por los sucesos de Vantaa. Ofrezco mi más sentido pésame a los familiares del alumno fallecido. Deseo a los heridos una pronta recuperación. Mis pensamientos están con todos los alumnos y el personal del colegio», escribió el presidente finlandés, Alexander Stubb, en su cuenta de la red social X.
Esta nueva tragedia ha reabierto el debate sobre el acoso escolar y la salud mental de los jóvenes en un país que según la ONU es el más feliz del mundo y tiene un sistema escolar modélico, aunque aún se desconocen los motivos.
En una rueda de prensa, el primer ministro finlandés, visiblemente conmocionado, prometió que las autoridades llevarían a cabo una investigación completa de la tragedia y aseguró que su Gobierno abordaría el problema de la violencia escolar una vez que se conozcan las conclusiones.
«Es evidente que muchos jóvenes, incluso uno de cada tres, han experimentado algún tipo de problema de salud mental en algún momento de su vida«, expresó Orpo, quien aboga por la necesidad de ser capaces de intervenir rápidamente.
Se enfatizó que el gobierno ha asignado mayores recursos a la educación primaria, lo que ha generado un mayor número de empleados en las instituciones educativas, y tiene como objetivo mejorar el acceso de los jóvenes a la atención médica.
El director general de la Policía finlandesa, Seppo Kolehmainen, afirmó que se registran varios tipos de amenazas contra los centros escolares cada semana, lo que significa que los agentes deben patrullar regularmente por los colegios para garantizar la seguridad.
Kolehmainen expresó: «Hemos pensado colectivamente que, como sociedad, habíamos aprendido de los tiroteos escolares anteriores, pero un día como este nunca debería haber ocurrido».
Armados
Con sus 5,6 millones de habitantes y sus 1,5 millones de armas de fuego registradas, Finlandia es uno de los países con más armas per cápita del mundo gracias a la afición de su población por la caza y el tiro deportivo, pero en los últimos tiempos también destaca tristemente en el índice de ataques en centros escolares.
El más impactante de ellos -por ser el primero- tuvo lugar en noviembre de 2007, cuando un estudiante de 18 años mató a ocho personas con una pistola en un instituto de enseñanza de Tuusula (sur de Finlandia), tras lo cual se suicidó de un disparo en la cabeza.
Justo un año después, otro estudiante de 22 años mató a tiros a nueve compañeros y a un profesor de una escuela de formación profesional de Kauhajoki, al oeste del país, y después se suicidó.
En el año 2012, un joven de 23 años cometió otro tiroteo con una escopeta en un colegio de enseñanza secundaria de Orivesi, en el centro de Finlandia, aunque no causó daño alguno a las personas.
También han ocurrido otros ataques en establecimientos educativos con armas blancas, como los ocurridos en dos ubicaciones del norte del país en 2012 y 2013, en los que un estudiante perdió la vida y cuatro personas más resultaron heridas.
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