La respuesta de Kiev a las decisiones tomadas por Washington, Berlín y Praga no se hizo esperar. El portavoz del presidente ucraniano, Serguéi Nikíforov, afirmó: «Esto incrementará significativamente nuestra capacidad para repeler los ataques masivos rusos».
Anteriormente, durante una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores en Praga, el presidente estadounidense Joe Biden, el canciller alemán Olaf Scholz y otros representantes de países miembros de la OTAN anunciaron que Ucrania podría emplear armamento occidental contra las posiciones rusas y las instalaciones militares, al menos en la zona de Járkiv. Las normativas relativas al suministro de armas por parte de Estados Unidos, Alemania y Francia habían sido objeto de debate.
Baerbock: el único límite es el derecho internacional
La ministra Federal de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, declaró en la reunión de la OTAN en Praga que cree que el debate sobre las restricciones es erróneo, ya que el objetivo es repeler un ataque de Rusia. «El derecho internacional fue claro desde el principio: está claro que los ataques pueden ser repelidos», declaró.
Según expertos, el derecho internacional permite al Estado atacado destruir objetivos militares en el territorio del agresor sin restricciones regionales a determinadas secciones del frente. Baerbock mencionó que existen acuerdos con Ucrania cuyo contenido se mantiene en secreto.
EE. UU. restringe las reglas de enfrentamiento a la región de Járkiv
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, afirmó en Praga que era necesario adaptarse a las circunstancias del campo de batalla y que Ucrania debe ser capaz de repeler los ataques rusos en Járkiv.
Occidente ha suministrado a Ucrania obuses y lanzacohetes que, con su alcance de entre 40 y 60 kilómetros, podrían atacar posiciones rusas en esa región. Sin embargo, no está claro qué armas están desplegadas allí.
Ondrei Ditirch, experto del Instituto Checo de Política de Seguridad de la UE, dijo a DW que esta medida es adecuada para la situación en Járkiv. Ditirch señaló que muchos Estados ahora sostienen que no hay más restricciones que el derecho internacional. «Sin más condiciones, ya no obligaremos a Ucrania a luchar con una mano atada a la espalda», afirmó Ditirch.
El uso de misiles de crucero de largo alcance de producción estadounidense o británica sigue estando restringido. La ministra Baerbock no respondió concretamente si se debería permitir a los sistemas alemanes de defensa antimisiles Patriot disparar en el espacio aéreo ruso.
¿Soldados occidentales en Ucrania?
Los ministros de la OTAN debatieron la posibilidad de desplegar instructores militares en Ucrania. El presidente francés, Emmanuel Macron, presentará un plan concreto la próxima semana. Se rumorea que soldados británicos y franceses ya están asistiendo en operaciones, aunque no hay confirmación oficial. En cuanto enviar tropas de combate a Ucrania, ningún miembro de la OTAN lo tiene previsto.
Hungría discrepa
Por otra parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, advirtió sobre el riesgo de una guerra mundial por el aumento de la participación de la OTAN, en contraposición a proteger a sus miembros. Orban, con vínculos estrechos con el Kremlin, calificó la situación de absurda.
Con respecto al riesgo de escalada, el experto checo en seguridad Ondrei Ditirch cree que es menor. «Hay cierta ambivalencia occidental ante un posible avance de las tropas rusas en Ucrania. Pero no creo que haya riesgo de escalada con las cosas que se están considerando actualmente», dijo.
Por si acaso: salvaguardas contra Trump
Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN están preparando un paquete de ayuda militar y financiera a largo plazo, para asegurarse de que continúe incluso si Donald Trump, crítico con la OTAN, regresa al poder.
Por su parte, Ditirch comentó que es poco probable que Europa pueda reemplazar completamente a EE. UU. en la OTAN. «Creo que la ambición europea de hacer más puede en cierto modo convencer a los estadounidenses de que no se retiren del todo. Eso es más realista que querer sustituir completamente a EE. UU. en la OTAN», afirmó Ditirch.
El futuro de la OTAN, la distribución de responsabilidades y las relaciones con Rusia y China serán temas clave en la próxima cumbre del 75 aniversario en Washington.