La reciente película «La sociedad de la nieve», dirigida por el cineasta español Juan Antonio Bayona, narra la impactante historia real de los sobrevivientes del accidente aéreo del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya.
El siniestro ocurrió el 13 de octubre de 1972, y los sobrevivientes enfrentaron un desafío extraordinario al permanecer 72 días en medio de la imponente cordillera de los Andes antes de ser rescatados. Durante este tiempo, tuvieron que superar innumerables dificultades, incluida la escasez de alimentos, agua y las extremas condiciones climáticas.
Las adversidades provocaron la aparición de numerosas lesiones traumáticas, así como secuelas derivadas de la severa privación física.
Antes de indagar las posibles causas detrás de este fenómeno, es necesario comprender que nuestro sistema renal desempeña un papel fundamental en la eliminación de los productos de desecho presentes en la sangre.
Cuando este proceso de eliminación no se lleva a cabo de manera eficiente, los compuestos tóxicos persisten, dando lugar a patologías de gravedad considerable. Este fenómeno es especialmente evidente en casos de insuficiencia renal, condición que puede acarrear consecuencias letales en un corto intervalo de tiempo.
En circunstancias normales, el color de nuestra orina debe ser amarillo claro, siendo esta principalmente compuesta por un 95 % de agua, un 2 % de sales y un 3 % de urea. La urea se forma con el propósito de neutralizar el amoníaco resultante de la degradación de las proteínas.
Partiendo de este principio, es posible comprender que cualquier alteración en la composición de la orina puede reflejarse en cambios en su color, aspecto u olor. Estos cambios son señales indicativas de posibles trastornos que podríamos estar experimentando.
Posibles diagnósticos
En el contexto de la película, es probable que la deshidratación extrema fuera la causa del oscurecimiento de la orina.
Los protagonistas obtenían agua principalmente a partir de la nieve derretida, y la cantidad diaria consumida no alcanzaba los 1,5 litros recomendados. Con el paso de los días, esta escasez de ingesta de líquidos habría llevado a un aumento en la concentración de la orina, manifestándose en un progresivo oscurecimiento. No obstante, es importante señalar que existen otras patologías que también pueden presentar este síntoma.
Así, el sobreviviente del vuelo 571 también podría haber experimentado rabdomiólisis, una ruptura generalizada del tejido muscular causada por traumatismos, sobreesfuerzos o exposición prolongada al frío extremo.
Esta fractura libera en el torrente sanguíneo una proteína llamada mioglobina. Cuando su concentración se incrementa en la sangre, comienza a eliminarse a través de la orina, lo que contribuye al inquietante cambio de color.
Otra posibilidad, aunque poco probable, es que el individuo estuviera experimentando melanuria, una condición caracterizada por la excreción de un pigmento corporal llamado melanina.
La melanina es la proteína responsable de la pigmentación de la piel cuando nos exponemos al sol como medida de protección, y también se acumula en puntos específicos del cuerpo formando las «efélides» o pecas. Este síntoma es más evidente en casos de cánceres de piel avanzados, conocidos como melanomas.
Si el líquido expulsado tiende a adquirir un tono marrón muy oscuro, es posible que nuestro protagonista esté afectado por otro tipo de enfermedad: una infección urinaria severa.
Si la coloración no es amarilla, es recomendable buscar atención médica
Por lo tanto, las variaciones en el color de la orina pueden ser un indicativo de desequilibrios en nuestro organismo. ¿En qué aspectos debemos prestar atención?
Como hemos mencionado previamente, un oscurecimiento podría sugerir la necesidad de aumentar la ingesta de agua, entre otras posibles causas. La presencia de enrojecimiento o hematuria podría señalar la expulsión de sangre, indicando posiblemente una infección urinaria o problemas prostáticos, especialmente en hombres. Un aclaramiento inusual podría estar vinculado al exceso de consumo de agua o a la eliminación de glucosa, como ocurre en casos de diabetes. En el caso de una coloración púrpura, podría indicar una infección bacteriana en el tracto renal. Un tono verdoso podría ser resultado del consumo excesivo de pigmentos alimentarios o la toma de ciertos medicamentos.
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Es evidente que el color normal de la orina es amarillo. Cualquier alteración en este color, así como en el olor, debería ser motivo de alerta, instándonos a no posponer la visita al médico de familia.
Lamentablemente, el personaje de «La sociedad de la nieve» no tenía la opción de acceder a esa atención médica.