El nombre de Rebeca García ha sido uno de los más leídos en las redes sociales esta semana. Varias mujeres en Venezuela han tomado la decisión de informar en sus perfiles sobre el acoso que supuestamente han sufrido durante años por parte de una mujer identificada como tal: mensajes con contenido sexual, grafitis, amenazas e incluso acercamientos al domicilio de las víctimas. El resultado fue que el Ministerio Público de Venezuela tomó la iniciativa e inició una investigación.
No obstante, el cambio más sorprendente ocurrió este miércoles, cuando Rebeca García, junto con su madre y su hermano, fue identificada en un supermercado en España y fue arrestada por la policía. Sin embargo, al no recibir ningún requisito internacional, se vieron obligados a liberarla, a pesar de que la Fiscalía venezolana afirmaba haber tomado medidas.
¿Quién es Rebeca García?
Rebeca García, nacida en 1990, proviene de una familia emparentada con figuras destacadas en Venezuela, como el embajador Carlos Capriles Ayala y el fundador de la orquesta Los Melódicos, Renato Capriles.
A pesar de numerosas denuncias de acoso, no ha sido detenida, lo que ha generado especulaciones sobre la influencia de su apellido. Conocida como «La Gorda», se le ha visto en la agencia de viajes familiar, Agencia de Viajes Circumil. Reside en El Hatillo, un municipio de Caracas.
Rebeca sufrió abusos sexuales en su infancia, posiblemente desarrollando un «Trastorno Límite de la Personalidad». También se menciona su consumo de drogas, y una de sus víctimas intentó hablar con sus familiares sobre la situación, pero estos justificaron su comportamiento con esta enfermedad mental.
Las víctimas rompen el silencio
La policía les explicó a las mujeres que no podían detener a la agresora por su evidente deterioro mental. Los casos comenzaron en 2016, cuando una mujer aparentemente normal empezó a tener comportamientos inquietantes.
Andrea Olivieri conoció a una chica en Tinder y descubrieron que frecuentaban el mismo club social. A pesar de sentir confianza para quedar en persona, Andrea sintió energías pesadas y nervios durante el encuentro, debido a la mirada perdida y movimientos extraños de la otra persona.
Rebeca invadió el espacio personal de Andrea y habló como una niña de 6 o 7 años. Le dijo que escribe un libro con todas las experiencias que tiene entre las personas y sus reacciones.
El caso de @cocoaguirre es un ejemplo de acoso grave, donde la acosadora llenó de grafitis la calle con su nombre, apellido y usuario, mandaba motorizados a entregarle cosas y le enviaba cientos de mensajes diarios. Incluso intentó forzar la puerta de su edificio y se montó en el capó de su carro. Además, enviaba correos y mensajes amenazantes a otras mujeres.
La investigación y España
Parecía que todo iba a continuar de esa manera hasta que una mujer tomó la decisión de denunciar el acoso sufrido en las redes sociales, lo que generó una gran cantidad de mujeres que contaron experiencias similares a las de Rebeca y generó un gran revuelo que llevó a que la Fiscalía decidiera intervenir en el caso. Se informó también que Francisco García, el hermano de la agresora, se infiltraba en los baños de los niños para tomarse fotografías en el mismo club social donde Rebeca solía ir.
“Esos dos sujetos llevan ya bastante tiempo acosando a familias enteras en El Hatillo”, reconoció uno de los fiscales del Ministerio Público cuando fue preguntado por los medios, “hemos designado dos fiscales para realizar las investigaciones de rigor. Los dos hermanos son personas jóvenes que tienen que ser ejemplarmente sancionadas”.
Rebeca y su hermano lograron venir a España después de que se descubriera su situación, y aparentemente han estado allí desde entonces, como se puede ver en sus fotos en redes sociales. A pesar de su detención y posterior liberación por parte de las autoridades españolas, las afirmaciones del fiscal sobre la emisión de una alerta roja de Interpol para su detención han sido cuestionadas.
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