No todo es lo que parece a simple vista. Un grupo de investigadores del INRAP desenterró dos ataúdes de plomo en la famosa catedral de Notre Dame de París en 2022 durante excavaciones preventivas como parte de las reparaciones del devastador incendio que la edificación sufrió en 2019.
Un detalle que llamó la atención de los arqueólogos fue que los sarcófagos construidos con plomo solían pertenecer a personas importantes debido a su gran resistencia y su alto costo. Además, la oportunidad de ser enterrado en Notre Dame era exclusiva para un grupo reducido de personas.
El equipo entonces se propuso determinar la identidad de las personas que habían sido enterradas allí y, gracias al ataúd de plomo, sus restos estaban en buen estado de conservación, pero solo pudieron reconocer a uno de ellos. Se trataba de Antoine de la Porte, un destacado canónigo de la catedral que falleció a una edad avanzada en 1710.
Sin embargo, ¿quién lo acompañaba en su tumba? Solo pudieron inferir de su identidad que podría haber sido un hombre de entre 25 y 40 años, afectado por una enfermedad crónica y cuyas deformaciones óseas indicaban que había trabajado como jinete. Después de dos años de investigación, los expertos en arqueología tienen la esperanza de resolver el gran misterio del segundo sarcófago.
Un misterioso aristócrata
Los expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP) han avanzado en la búsqueda de la identidad de este caballero desconocido gracias a la información disponible sobre el individuo desenterrado y a una investigación exhaustiva.
Los restos óseos mostraban indicios de una meningitis crónica provocada por una tuberculosis ósea, enfermedades que eran poco comunes en esa época y lugar. Esto, combinado con la edad aproximada de la persona en el momento de su fallecimiento, redujo significativamente la cantidad de candidatos registrados en los registros oficiales.
El perfil encontrado fue idéntico al de Joachim Du Bellay, un destacado poeta francés del Renacimiento. Era conocido por sus habilidades para montar a caballo y su delicada salud, que finalmente lo llevó a fallecer a los 37 años de edad en 1560.
Según la documentación existente, Du Bellay habría vivido en París durante mucho tiempo con un familiar llamado Jean Du Bellay, cardenal en la capital francesa, junto a quien lo habrían enterrado en la capilla de Saint-Crépin de Notre Dame.
No obstante, había un misterio en torno a su cripta: al excavar el lugar en 1758, no se encontraron sus restos. Los investigadores del INRAP creen que su ataúd fue exhumado y luego trasladado a la segunda ubicación.
Un lugar con mucha historia
La catedral de Notre Dame no solo es una impresionante representación del arte gótico que se ha levantado en el centro de París desde el siglo XII, sino que también está rodeada de historia, mitos y leyendas que han surgido a lo largo del tiempo y los diversos eventos que han ocurrido dentro y fuera de sus muros.
Los restos humanos que se han encontrado en la catedral van mucho más allá de los dos ataúdes que se descubrieron recientemente: en su territorio se han descubierto más de un centenar de tumbas y sarcófagos, la mayoría de los cuales pertenecen a miembros de la aristocracia o del clérigo.
En el último análisis, los investigadores también encontraron restos de estructuras medievales. Estos elementos ayudarán en la reconstrucción actual de la famosa catedral, que se espera que abra sus puertas al público el 8 de diciembre de 2024, consignó la revista National Geographic.
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