Cuando el local estaba lleno de clientes, un bar-restaurante en la Playa de Palma, un importante foco turístico de la isla mediterránea de Mallorca (este de España), se derrumbó y causó la muerte de cuatro personas y 16 heridas graves.
La mayoría de los heridos y fallecidos en el derrumbe del «beach club» fueron clientes extranjeros que estaban cenando y bebiendo cuando la primera planta de este establecimiento se derrumbó a última hora de la tarde de este jueves.
Mientras los equipos de emergencias seguían en el lugar del hundimiento tratando de descartar definitivamente que no haya más personas bajo los escombros del «Medusa Beach Club», los cuerpos de seguridad confirmaron a medianoche el balance provisional de víctimas.
El colapso ocurrió en una tienda ubicada en el número 35 de la calle Cartago, en primera línea de mar de la zona turística principal de la capital balear. La mayoría de sus clientes son visitantes extranjeros.
La Policía Nacional, los bomberos de Palma, la Policía Local y el servicio de emergencias sanitarias 061 se trasladaron al lugar con más de 20 ambulancias para trasladar a los heridos a los centros hospitalarios de la ciudad.
¿Qué pasó?
La caída de una estructura del primer piso sobre la planta baja provocó el derrumbe, que a su vez cayó sobre el sótano y afectó a dos plantas.
Durante las labores de rescate, los responsables del operativo pidieron, en castellano e inglés, completo silencio a los cientos de turistas y ciudadanos congregados en torno al establecimiento siniestrado por si algún ruido pudiera revelar la presencia de víctimas atrapadas.
En una evaluación inicial, se determinó que la sobrecarga de la planta principal podría ser la causa del colapso, según Eder García, el líder de los bomberos de Palma.
Las identidades y edades de los fallecidos y heridos ya se conocen, pero aún no se ha determinado si son trabajadores o visitantes que disfrutaban de este lugar junto al mar. Se informará primero a sus seres queridos.
Rescate de heridos
El centro de coordinación de emergencias 112 informó que hasta la medianoche había cuatro fallecidos, siete heridos muy graves y nueve heridos graves. Al principio se mencionó que había alrededor de treinta personas heridas.
El Ayuntamiento de la capital balear, Palma, declaró tres días de luto. Además de las autoridades locales, otras personas acudieron al lugar de la tragedia para preguntar por el estado de salud de los empleados del «beach club».
La presidenta del Govern balear, Marga Prohens, el alcalde de la capital balear, Jaime Martínez, y el Jefe Superior de Policía de Baleares, José Luis Santafé, supervisaron la intervención de los cuerpos de emergencia en el lugar, mientras que técnicos municipales realizaron una evaluación inicial de emergencia sobre el estado del edificio.
Según los testigos, en el establecimiento siniestrado había una gran cantidad de clientes, entre ellos turistas extranjeros, ya que en la Playa de Palma, una región que atrae principalmente a turistas alemanes, ha comenzado la temporada alta.
Pedro Sánchez, líder del Gobierno español, se comunicó con la presidenta de Baleares, Marga Prohens, y el alcalde de Palma, Jaime Martínez, con el propósito de brindarles la ayuda necesaria para enfrentar la catástrofe.
En la comunidad autónoma de las Islas Baleares, los partidos PP y PSOE han suspendido sus primeros actos electorales en preparación para las elecciones europeas del 9 de junio debido a la tragedia.
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