Durante la peregrinación a La Meca, al menos 14 ciudadanos jordanos han fallecido a causa de la insolación, en medio de una ola de calor con temperaturas que alcanzaron los 48 grados. Además, otras 17 personas se encuentran desaparecidas, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados de Jordania este domingo (16.06.2024).
La peregrinación es uno de los cinco pilares del Islam y es un deber para todos los seguidores musulmanes que tengan la salud y los medios necesarios, al menos una vez en la vida.
El embajador Sufyan al Qudah, director de Operaciones y Asuntos Consulares, emitió un comunicado en el que informó que el Ministerio está coordinando con las autoridades sauditas los procedimientos para enterrar a los peregrinos y trasladar los cuerpos de aquellos cuyos familiares deseen que sean llevados a Jordania lo antes posible.
Además, confirmó que se mantiene la búsqueda de los 17 peregrinos desaparecidos y aclaró que ni ellos ni los fallecidos formaban parte de la delegación oficial de Jordania que asistía al ‘hach’ este año.
Uno de los desafíos que enfrenta el ‘hach’ este año es el intenso calor, ya que las autoridades han advertido que las temperaturas alcanzarán entre 45 y 48 grados centígrados, con altos niveles de humedad.
Altas temperaturas
Durante la peregrinación del año pasado, más de 1,8 millones de fieles se vieron afectados por las altas temperaturas, lo que resultó en más de 8.000 casos de fatiga e insolación, según el Ministerio de Salud saudí.
Además, la participación masiva de peregrinos de todo el mundo ha generado aglomeraciones que en años anteriores han provocado tragedias, como estampidas en las que cientos de fieles perdieron la vida, como en 2006, cuando fallecieron 365 personas.
Con el fin de prevenir estas tragedias, Arabia Saudí ha implementado tecnología avanzada este año para mejorar la organización y gestión del evento religioso. Esto incluye el uso de robots inteligentes para guiar a los peregrinos y la instalación de cámaras de reconocimiento facial para mejorar la seguridad y localizar a personas desaparecidas.
El pasado viernes, los casi dos millones de peregrinos comenzaron los rituales de la peregrinación anual a La Meca en la región de Mina, un valle de aproximadamente 17 kilómetros cuadrados rodeado de montañas donde las autoridades saudíes instalaron miles de tiendas de campaña ignífugas y preparadas para su alojamiento.
Un peregrino egipcio llamado Abdel-Moaty Abu Ghoneima dijo a AP que «gracias a Dios (el proceso) fue alegre y bueno».
Nadie desea algo más que esto. Muchos peregrinos permanecerán en Mina durante hasta tres días, cada uno de los cuales arrojará siete piedras a tres pilares en un ritual que representa la expulsión del mal y el pecado.
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