«Cowboy Carter«, el octavo álbum de estudio de Beyoncé y el segundo de la trilogía que comenzó en 2022 con «Renaissance«, ha capturado la atención de los fans al reivindicar la influencia afroamericana en la música country.
El mismo día de su publicación, el disco rompió un récord notable. Según Spotify, se convirtió en el álbum más reproducido en un solo día en lo que va del año, superando las 76 millones de reproducciones el día de su lanzamiento el 29 de marzo.
Y aunque los números son cada vez más la medida para calificar la música, lo verdaderamente bueno y memorable de la música y del disco, todo lo que las cifras no dicen.
Cowboy Carter –Vaquero Carter– hace gala de todo el empalago nacionalista gringo en la portada, con Beyoncé haciendo de vaquera sobre un enorme caballo blanco y vestida con un atuendo con los mismos colores de la bandera de Estados Unidos que ella lleva en la mano izquierda, además de una cinta (como una banda presidencial) que le atraviesa el cuerpo en diagonal, y lleva escrito el nombre del disco, Cowboy Carter (Carter, el apellido de su esposo, Jay Z, sugiere que habla en nombre de familia, pero parece también hacer un guiño a The Carter Family, uno de los grupos más influyentes en la historia de la música folk entre los años 20 y 60, como diciendo que ellos son los nuevos Carter del country.
Así, Beyoncé se propia de algunos los símbolos nacionalistas y de la figura del vaquero, un ícono de la cultura Estadounidense, sobre todo del oeste, una especie de héroe, y sugiere, con esta imagen, que va a plantar bandera, a refundar la patria, que Estados Unidos es la nueva tierra de su familia, de los Carter.
Eso que representa la imagen se traduce perfectamente en la música. Cowboy Carter ha sido categorizado como un álbum de música country –una música asociada más a los hombres blancos, a los vaqueros, que a las mujeres negras–, pero Beyoncé lo lleva más allá, incorporando aspectos de soul, gospel, rock y R&B.
Al parecer, este disco –el segundo de la trilogía Renaissance– surge después de un mal momento. Beyoncé lo explicó en una publicación de Instagram:
“Nació de una experiencia que tuve hace años en la que no me sentí bienvenida… y estaba muy claro que no lo era”, dijo Beyoncé, refiriéndose a su presentación en los Premios de la Asociación de Música Country, en 2016, donde interpretó “Daddy Lessons”, una canción country de su álbum Lemonade. Durante su presentación y después, Beyoncé se encontró con reacciones burlescas y racistas.
“Debido a esa experiencia me sumergí más profundamente en la historia de la música country y estudié nuestro rico archivo musical… las críticas que enfrenté cuando entré por primera vez en este género me obligaron a superar las limitaciones que se imponían a mí”, dijo Beyoncé.