El frio lleva la muerte a Estados Unidos y hace temblar a Europa



La ola de frío que azota Norteamérica ha cobrado la vida de al menos 91 personas en la última semana, a causa de las inclemencias climatológicas en Estados Unidos. Las condiciones extremas han abarcado todo el territorio, con temperaturas por debajo de cero, nevadas intensas y heladas inusuales, siendo el nordeste la región más afectada. Los meteorólogos advierten que en esta área específica, «el aire ártico se entrelazará con la humedad del golfo de México, dando origen a un caos gélido de proporciones alarmantes».

Las consecuencias de esta brutal ola de frío no se limitan únicamente a las trágicas pérdidas humanas. Numerosas comunidades se ven afectadas por la paralización de servicios esenciales y la interrupción de la infraestructura. Carreteras bloqueadas, caídas de árboles y accidentes relacionados con las condiciones climáticas adversas han contribuido al elevado número de víctimas. Además, decenas de miles de hogares enfrentan la falta de electricidad debido a fallos en el tendido eléctrico, agravando aún más la situación.

A pesar de las previsiones que indican una eventual suavización de las condiciones climáticas en los próximos días, se teme que el subsiguiente deshielo de las masas de nieve acumuladas provoque graves inundaciones a lo largo y ancho del país. Esta crisis meteorológica requiere una atención urgente para proporcionar ayuda a las comunidades afectadas y gestionar eficazmente las consecuencias a largo plazo.


Muchas de las víctimas mortales se atribuyen, entre otras causas, a la caída de árboles y a los accidentes en carreteras cubiertas por el hielo. Decenas de miles de hogares permanecen sin electricidad debido a fallas en el suministro eléctrico, ocasionadas por las difíciles condiciones meteorológicas. Aunque las previsiones indican que la situación anómala se atenuará en los próximos días, el subsiguiente deshielo de las masas de nieve acumuladas podría desencadenar serias inundaciones en todo el país.

En Europa, el frío y la nieve han generado caos en el tráfico, afectando a varios países desde España hasta Croacia. Se han experimentado tormentas de nieve y heladas más intensas de lo habitual. Las condiciones meteorológicas siguen siendo extremas; por ejemplo, en algunas zonas de Rumanía, el domingo se registraron temperaturas de hasta -18 grados Celsius, muy por debajo de la temperatura media normal de la estación que ronda los 0 grados.


Simultáneamente, Irlanda y Gran Bretaña enfrentan un temporal que trae consigo fuertes vientos, lluvias intensas y un oleaje considerable; la tormenta Isha se aproxima a las islas. En diversas regiones de Irlanda, se ha declarado la alerta roja por viento, dejando a más de 2.000 hogares y negocios sin suministro eléctrico. Existe la preocupación de que se produzcan inundaciones similares a las que afectan a la comunidad española de Castilla y León.