«Guía de misiles con palomas, respirar por el ano y gusanos borrachos: las investigaciones más insólitas premiadas»

No se trata de una broma, una burla o una parodia. Sin embargo, tienen como objetivo hacer reír a la gente: la ceremonia anual de los premios Ig Nobel se llevó a cabo para reconocer los logros de las investigaciones más extrañas, originales o llamativas.

Los premios, que fueron creados por el matemático estadounidense Marc Abrahams y organizados por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR) en 1991, se entregan en la Universidad de Harvard y tienen como objetivo «celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina y la tecnología».

Weiter Denken, una publicación científica alemana, explica que el Premio Ig Nobel destaca resultados de investigación que antes nunca se habrían visto.

Por ejemplo, cuánta saliva produce una persona en un día o por qué los excrementos de los wombats son cuadrados. Estas preguntas tienen en común que, aunque parecen extrañas a primera vista, son muy relevantes para el progreso y el comercio.

Y es que, como explica, «a pesar de toda la diversión, persiguen un objetivo serio: el formato debe ofrecer un acceso alternativo a la ciencia actual y llamar la atención sobre la relevancia que incluso una investigación aparentemente extraña puede tener».

A pesar de que el nombre de los premios proviene de un juego de palabras que deriva del adjetivo «ignoble» (innoble), los vencedores, que llegan al escenario y pronuncian un discurso como si fueran los Oscar, recibieron sus premios con humor pero con solemnidad, teniendo en cuenta que el motivo de las risas es completamente «noble».

Los ganadores de 2024

¿Y cuáles han sido las investigaciones científicas más extrañas de los últimos meses? Estos han sido los ganadores de los premios Ig Nobel de 2024:

El Premio de la Paz fue otorgado a BF Skinner por sus investigaciones sobre la posibilidad de incluir palomas vivas en misiles para controlar su trayectoria.

Jacob White y Felipe Yamashita ganaron el Premio de Botánica por descubrir pruebas de que algunas plantas reales imitan la forma de plantas de plástico artificiales cercanas.

El Premio de Anatomía fue otorgado a Marjolaine Willems, Quentin Hennocq, Sara Tunon de Lara, Nicolas Kogane, Vincent Fleury, Romy Rayssiguier, Juan José Cortés Santander, Roberto Requena, Julien Stirnemann y Roman Hossein Khonsari por investigar si el cabello de las personas en el hemisferio norte tiende a girar en la misma dirección (en el sentido de las agujas del reloj o en el sentido contrario).

Lieven A. Schenk, Tahmine Fadai y Christian Büchel recibieron el Premio de Medicina por su demostración de que un medicamento falso que provoca efectos secundarios dolorosos puede ser más efectivo que uno que no provoca efectos secundarios.

James C. Liao, por mostrar y explicar las habilidades de natación de una trucha muerta, ganó el Premio de Física.

El premio de Fisiología fue otorgado a Ryo Okabe, Toyofumi F. Chen-Yoshikawa, Yosuke Yoneyama, Yuhei Yokozawa, Satona Tanaka, Akihiko Yoshizawa, Wendy L. Thompson, Gokul Kannan, Eiji Kobayashi, Hiroshi Date y Takanori Takebe por su investigación sobre la capacidad de respirar a través de su ano en muchos mamíferos. Aunque pueda parecer rocambolesco, las consecuencias médicas son favorables. Según The Guardian, los científicos japoneses encontraron que los animales absorben el oxígeno administrado a través del recto después de realizar pruebas en ratones, ratas y cerdos. Esta investigación respalda un ensayo clínico para determinar si el procedimiento puede tratar la insuficiencia respiratoria.

El Premio de Probabilidad fue otorgado a František Bartoš, Eric-Jan Wagenmakers, Alexandra Sarafoglou, Henrik Godmann y otros investigadores por demostrar, tanto en teoría como en 350,757 experimentos, que cuando lanzas una moneda, tiende a caer del mismo lado con el que comenzó.

El premio de Química fue otorgado a Tess Heeremans, Antoine Deblais, Daniel Bonn y Sander Woutersen por su capacidad para distinguir entre gusanos borrachos y gusanos sobrios mediante cromatografía.

Saul Justin Newman ganó el Premio de Demografía por descubrir que muchas de las personas famosas por tener la vida más larga vivieron en lugares con registros de nacimientos y defunciones deficientes. El estudio concluye que «la pobreza relativa y la corta esperanza de vida en sus lugares de nacimiento constituyen predictores inesperados del estatus de centenarios y supercentenarios, y respaldan un papel fundamental del fraude y el error en la generación de registros extraordinarios de edad humana». Esto es una mala noticia para los millonarios fanáticos de la longevidad.

Fordyce Ely y William E. Petersen ganaron el Premio de Biología por explotar una bolsa de papel junto a un gato de pie sobre una vaca para investigar cómo y cuándo las vacas expulsan la leche.

Ig Nobel Face-to-Face se llevará a cabo este sábado 14 de septiembre en el Museo del MIT después de la entrega de premios. En él, los nuevos ganadores de los Premios Ig Nobel responderán a las preguntas del público y discutirán su trabajo.

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