Cobranza Sorpresa: Restaurante Cobra 58,50 Euros por Cortar una Tarta de Cumpleaños
Lo que prometía ser una noche de celebración terminó convirtiéndose en una experiencia amarga para una joven italiana que celebraba su cumpleaños en un restaurante local. La joven, quien había llevado su propia tarta al establecimiento, se llevó una sorpresa cuando recibió la cuenta: un cargo adicional de 4,5 euros por persona por el simple hecho de cortar y servir el postre, sumando un total de 58,50 euros.
Según relata la cumpleañera, al llegar al restaurante, consultó con el personal si era posible que sirvieran la tarta al final de la cena, a lo que los trabajadores accedieron sin ningún inconveniente. Sin embargo, al finalizar la velada y recibir la cuenta, la sorpresa fue mayúscula. “No me lo podía creer”, expresó la afectada, quien mencionó que si bien esperaba un posible suplemento por el servicio, nunca imaginó que el costo sería tan elevado.
Lo más llamativo de la situación es que la tarta había sido comprada por 45 euros, lo que significa que el favor de cortarla terminó siendo más costoso que el propio producto. En total, el “regalo” de cumpleaños ascendió a 103,50 euros.
El restaurante no tardó en pronunciarse sobre la polémica, confirmando la veracidad de los hechos. Sin embargo, el propietario del establecimiento, que no se encontraba presente en el momento de los hechos, defendió la medida alegando que el reglamento interno obliga al personal a cobrar por cualquier corte o servicio de comida que sea traído por los clientes.
El propietario también reconoció que la satisfacción del cliente es una prioridad para su negocio y que, en retrospectiva, su personal podría haber mostrado mayor flexibilidad en la aplicación de esta norma. «Es cierto que el reglamento existe para asegurar un manejo adecuado de los recursos del restaurante, pero en este caso, quizás deberíamos haber tenido un poco más de consideración hacia la situación especial», admitió el dueño.
Este incidente ha generado un debate en las redes sociales sobre la justicia de este tipo de cargos adicionales en los restaurantes, con opiniones divididas entre quienes creen que el establecimiento tenía derecho a cobrar por el servicio y quienes consideran que la suma fue excesiva y falta de tacto en una ocasión especial.
La situación sirve como recordatorio para los comensales de revisar y preguntar previamente sobre posibles cargos adicionales cuando planean llevar su propia comida o postre a un restaurante. Por su parte, la cumpleañera sigue sorprendida por el desenlace de su celebración, que seguramente recordará más por la inesperada factura que por la tarta en sí.