Me mudé con mis hijos a un cuarto de hotel

Los Altos Costos de Alquiler en EE.UU. Impulsan a los Ciudadanos a Mudarse a Hoteles: La Experiencia de Suzane Hayes

En los últimos años, los ciudadanos estadounidenses han visto cómo los precios de los alquileres se han disparado, especialmente en las grandes ciudades. Esta situación ha llevado a muchas personas a buscar alternativas para poder afrontar los gastos de vivienda. Una opción poco convencional, pero que ha ganado popularidad recientemente, es la de mudarse a un hotel. Aunque esta alternativa podría parecer inusual para muchos, ofrece ciertas ventajas que han convencido a quienes la han probado. Este es el caso de Suzane Hayes, quien compartió su experiencia en un ensayo publicado en Business Insider.

Suzane, madre de dos hijos, se vio obligada a dejar su apartamento después de que el propietario decidiera ponerlo en venta. Ante la imposibilidad de encontrar un alquiler que se ajustara a su presupuesto, decidió mudarse temporalmente a un hotel con dos habitaciones, donde paga aproximadamente 2.200 dólares al mes. Aunque al principio pensaba que esta solución sería momentánea, la experiencia resultó ser más beneficiosa de lo que había anticipado.

Una de las primeras ventajas que Hayes y sus hijos notaron fue el servicio de limpieza del hotel, que se encarga de cambiar las toallas todos los martes. Este pequeño detalle les permitió disfrutar de más tiempo libre, sin tener que preocuparse por las tareas domésticas habituales que demanda un apartamento. Además, el hotel ofrece diversas actividades recreativas que se han convertido en las favoritas de la familia, como las trivias que se organizan todos los jueves en el restaurante del hotel.

«En teoría, no es la mejor opción para mí y mis hijos, pero las comodidades son la respuesta a mis oraciones», afirma Suzane. Entre esas comodidades, destaca la posibilidad de disfrutar de la piscina en los días calurosos, hacer fogatas para cocinar malvaviscos los fines de semana, y disfrutar de un desayuno continental todas las mañanas.

Una de las principales diferencias entre vivir en un hotel y en un apartamento en Estados Unidos, según relata Hayes en su ensayo, es la cantidad de trabajo que requiere mantener un apartamento. Desde la jardinería hasta el mantenimiento del tanque de aceite y la caldera, todas estas tareas requieren tiempo y dinero. En un hotel, sin embargo, el personal se encarga de todo, lo que reduce significativamente el estrés y las responsabilidades para los residentes.

Además, desde una perspectiva económica, vivir en un hotel puede resultar más barato. Mientras que Suzane paga 2.200 dólares al mes por su estadía en el hotel, un apartamento con las mismas habitaciones en la misma área podría costar unos 2.700 dólares al mes, según Zillow. Un apartamento de tres habitaciones, por su parte, ronda los 3.000 dólares mensuales.

La experiencia de Suzane Hayes pone de manifiesto cómo los altos costos de los alquileres en Estados Unidos están llevando a los ciudadanos a buscar soluciones alternativas para tener un techo sobre sus cabezas. Mudarse a un hotel, aunque poco convencional, puede ser una opción viable para quienes buscan comodidad y reducción de responsabilidades, todo a un precio más accesible.

Este fenómeno plantea una reflexión sobre la necesidad de abordar la crisis de vivienda en el país y encontrar soluciones que permitan a todos los ciudadanos acceder a una vivienda digna sin tener que recurrir a alternativas que, hasta hace poco, parecían impensables.