Las personas que buscan pareja hoy en día desean una relación que les brinde más que solo bienestar emocional. Buscan alguien que cumpla con ciertas características físicas y de estatus, como ojos claros, mayor altura, mayor edad y preferiblemente con estudios y un trabajo estable que les permita vivir bien.
Las películas nos han enseñado desde pequeños que el final feliz depende de casarse con un príncipe, vendiendo esa idea a toda una generación.
Es verdad que esta no era una tendencia notable hace unos años, sino que actualmente se conoce como hipergamia. Una inclinación para cortejar o casarse con alguien de una clase social o económica superior a la propia.
¿Qué es la ‘hipergamia’?
Todos buscamos un prototipo en la vida, ya sea en profesiones, pasatiempos o cualidades específicas. Al igual que muchos buscan ciertas cualidades en un compañero, las personas bajo la hipergamia buscan a alguien que les pueda proporcionar una mejor calidad de vida.
La palabra «hipergamia» se compone de dos palabras: «hiper», del inglés que traducido es ‘hacia arriba’ y «gamia» que deriva del griego que significa ‘tendencia a casarse a otro nivel’. Aunque el término se ha vuelto más popular en los últimos años, el concepto existe desde hace siglos.
El texto habla sobre la hipergamia, que se refiere a la práctica de las mujeres hindúes de casarse con una casta al menos tan alta como la suya. Hace 3.000 años, las mujeres tenían poca educación y no podían trabajar, por lo que necesitaban a su pareja para sobrevivir. En la Edad Media, la preocupación de los padres era dejar a sus hijas «en buenas manos», es decir, con un hombre capaz de mantenerlas y darles un nivel social aún mayor.
Si buscamos hipergamia en los diccionarios de habla inglesa, podemos encontrar su significado como «la práctica entre las mujeres hindúes de casarse con una casta al menos tan alta como la suya». Y es que, hace 3.000 años, las mujeres tenían tan poca educación y no podían trabajar, que necesitaban a su pareja para sobrevivir.
En la Edad Media, los padres se preocupaban por dejar a sus hijas «en buenas manos», es decir, con un hombre capaz de mantenerlas y elevar su estatus social, ya que el único propósito de las mujeres en ese momento era casarse y tener hijos.
En la actualidad, podemos contemplar la hipergamia como «dar el braguetazo»: la idea de buscar una persona con un estatus económico igual o superior al nuestro. Una influencia que no solo trata de la cantidad de dinero que tenga la otra persona, sino también de su influencia, ya sea social, de contactos, de dominio, de poder o simplemente en un entorno.
Según un estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), ganar premios de lotería aumentaba la probabilidad de casarse y tener hijos (independientemente de si había boda de por medio), así como un impacto mínimo en los divorcios.
Además, según la página de citas sofisticada Seeking, el 45% de los solteros españoles que utilizan la plataforma buscan una relación hipergámica, a pesar de que esta tendencia se asocia principalmente con el género femenino.
Otro enfoque
Es verdad que esta tendencia ha sido criticada durante los últimos años; sin embargo, Seeking, la plataforma de citas de lujo, la presenta como una elección personal que se enfoca en las relaciones modernas y es inclusiva.
Este concepto ha sido redefinido por la plataforma como una forma de conexión genuina con alguien que se alinea con sus ideales, objetivos de vida y tiene la posibilidad de encontrar a alguien que le acompañe a vivir con autenticidad.
El bienestar es el objetivo final de una relación, y las personas siempre han buscado establecer relaciones mutuamente beneficiosas y solidarias en las que ambos miembros de la pareja se sientan cuidados y valorados.
Si consideramos lo que sucedía hace siglos, muchas mujeres buscaban encontrar un hombre con alto estatus y riqueza para que también fuera un proveedor ideal para la familia porque no podían hacerlo por sí solas.
No obstante, el objetivo del hombre no se desviaba de los temas principales, ya que buscaba una pareja con la que compartir la misma personalidad y rasgos distintivos.
Según Seeking, la perspectiva de la hipergamia solo ha cambiado con el tiempo en función del contexto social actual. Queremos encontrar una pareja que busque lo mismo que nosotros a nivel personal, profesional y económico además de una conexión física y emocional.
De hecho, hay expertos que lo apoyan y reconocen que involucrarse en la hipergamia es evolutivamente adaptativo porque aumenta la probabilidad de tener hijos que vivan lo suficiente para reproducirse.
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