El punto inicial se vio con la presencia destacada de la diputada liberal Kritza Pérez en la junta directiva, señalando una dinámica esperanzadora para el desarrollo de la sesión.
El ambiente se volvió solemne al observarse un minuto de silencio en honor al fallecido diputado nacionalista Marco Handal. Acto seguido, se procedió con la lectura de la correspondencia, presentando el anteproyecto del Presupuesto General de la República para el año fiscal 2024 y la extensión del estado de excepción hasta el 1 de enero de 2024, ambos remitidos a una comisión de dictamen.
El presidente del Congreso, Luis Redondo, adelantó la posible discusión del Presupuesto General 2024 en la próxima semana, dando un horizonte temporal a los próximos debates. La sesión tomó un giro inesperado con la propuesta del diputado Rasel Tomé de unificar los debates sobre las amnistías municipales y asuntos del Instituto Hondureño de Seguridad Social y migración en una sola discusión.
Esta propuesta fue respaldada únicamente por los diputados de Libre, generando controversia al aprobarse la dispensa de debates con 61 votos a favor de los 121 diputados presentes.
Este resultado suscitó dudas sobre la legitimidad del proceso, provocando airadas reacciones entre los legisladores opositores al señalar una posible manipulación en la contabilización de votos. La diputada Ligia Ramos del PSH expresó su descontento, tildando lo sucedido como una afrenta al pueblo hondureño, instando a dejar de lado intereses personales y partidarios para enfocarse en las necesidades reales de la ciudadanía.
En contraposición, los diputados de la oposición manifestaron su presencia en calidad de oyentes, renunciando a participar en la sesión debido a su cuestionamiento sobre la legalidad de la convocatoria realizada por la junta directiva encabezada por Luis Redondo, lo que evidenció las profundas discrepancias presentes en el seno legislativo.
La sesión, marcada por tensiones, reflejó un panorama político dividido y desafiante, donde la discrepancia en torno a la legitimidad y el enfoque de los debates se convirtieron en puntos de fricción notable entre las diferentes fuerzas representadas en el Congreso Nacional.