En medio de su discurso, el presidente Gustavo Petro declaró que las relaciones diplomáticas con Israel se romperán el 2 de mayo de 2024.
“Hoy quizás el mundo podría resumirse en una palabra, quizás todas las consignas, todos esos colores pudieran resumirse en una sola palabra que reivindica la necesidad de la rebeldía, de la bandera alzada y la resistencia, y esa palabra es Gaza, se llama Palestina. (…) Aquí, delante de ustedes, el presidente de la República anuncia que mañana se romperán las relaciones diplomáticas con el Estado de Israel. Por tener un gobierno, por tener un presidente, ¡genocida! Creo que hoy la humanidad toda en las calles, por millones, está de acuerdo con nosotros y nosotros con ella”, expresó Petro.
Según el líder, la razón detrás de la justificación radica en que «la humanidad en las calles está de acuerdo con nosotros: no puede volver la época del genocidio, del exterminio de un pueblo entero frente a nuestra humanidad». Si Palestina muere, también muere la humanidad y no la permitiremos morir.
El mandatario colombiano hizo hincapié en la necesidad de evitar el exterminio de Palestina, lo cual demuestra su apoyo firme al gobierno palestino y su crítica hacia las acciones de Israel.
Se ha hecho evidente esta postura a través de varios movimientos diplomáticos y declaraciones públicas. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia ha apoyado recientemente una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide un cese al fuego en la región, lo que establece un precedente en la postura del país sudamericano hacia el conflicto.
A pesar de su firme postura crítica hacia Israel, el gobierno colombiano no ha condenado explícitamente los ataques de Hamás, lo que ha generado un complejo escenario diplomático. Hace algunas semanas, Colombia llamó a consultas a su embajadora en Israel, Margarita Manjarrez, evidenciando aún más las tensiones entre las dos naciones.
“Hoy no llenamos la plaza de Bolívar de Bogotá, llenamos el centro de toda Bogotá, que es diferente”, afirmó Petro, haciendo alusión a la magnitud y la importancia de la movilización y el apoyo hacia Palestina, destacando un sentimiento de unidad y preocupación global que trasciende las fronteras de Colombia.
La declaración no solo representa el apoyo hacia Palestina, sino que también hace un llamado a la comunidad internacional a comprender la gravedad de la situación y trabajar juntos para llegar a una solución pacífica.
La posición de Colombia en la comunidad internacional y su perspectiva sobre los conflictos mundiales están siendo repensadas, en particular gracias al liderazgo de Petro, quien ha demostrado un gran interés en participar activamente en los discursos globales sobre paz y justicia. En este conflicto particular, la posición del mandatario busca mostrar su compromiso con los derechos humanos y su apuesta por la diplomacia y el diálogo como herramientas esenciales para la resolución de conflictos.
La complejidad del conflicto entre Israel y Palestina ha generado una discusión mundial y diversas posturas de la comunidad internacional. La inclusión de Colombia en este diálogo, liderado por Petro, muestra no solo una política exterior más activa y comprometida con causas globales, sino también una disposición a participar en las dinámicas políticas y sociales que marcan el siglo XXI.
La forma en que Israel responda a las palabras y acciones de Colombia tendrá un impacto significativo en el porvenir de las relaciones bilaterales entre ambas naciones. El gobierno de Petro sigue navegando en aguas diplomáticas complicadas, tratando de armonizar sus valores con los desafíos que conlleva su participación en conflictos prolongados y de gran sensibilidad internacional.
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