Groenlandia es cada vez más verde

El área de Groenlandia que ha experimentado pérdida de hielo en las últimas tres décadas equivale aproximadamente a 36 veces el tamaño de la ciudad de Nueva York, según revela un estudio publicado este martes. Esta tierra, que antes estaba cubierta de hielo, está siendo rápidamente colonizada por humedales y arbustos.

La vegetación en Groenlandia se ha duplicado entre mediados de la década de 1980 y mediados de la de 2010, a medida que áreas del país que anteriormente estaban cubiertas de hielo y nieve se han convertido en roca estéril, humedales o zonas de arbustos. Solo los humedales se han cuadruplicado en ese período.

Mediante el análisis de imágenes de satélite, los científicos han descubierto que Groenlandia ha perdido 28.707 kilómetros cuadrados de hielo en el transcurso de tres décadas, y han advertido sobre una cascada de impactos que podrían tener graves consecuencias para el cambio climático y el aumento del nivel del mar.

El glaciar Russell, cerca de Kangerlussuaq, al oeste de Groenlandia. En lugares donde antes había hielo y nieve están creciendo humedales y zonas de arbustos. (Crédito: Jonathan Carrivick/Universidad de Leeds)

Vista del fiordo Bowdoin en Qaanaaq, al noroeste de Groenlandia. La pérdida de hielo ha dejado al descubierto rocas estériles en algunas partes del país. (Crédito: Mark Smith/Universidad de Leeds)


El aumento de la temperatura del aire ha acelerado la pérdida de hielo en Groenlandia, lo que a su vez ha elevado la temperatura de la tierra. Este fenómeno ha provocado el derretimiento del permafrost, una capa congelada justo debajo de la superficie de la Tierra que se encuentra en gran parte del Ártico. El derretimiento del permafrost libera dióxido de carbono y metano, gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. Además, el deshielo del permafrost está causando inestabilidad del terreno, lo que podría tener un impacto negativo en infraestructuras y edificios.

Jonathan Carrivick, uno de los autores del informe, afirmó en un comunicado de prensa que han observado indicios de que la pérdida de hielo está desencadenando otras reacciones que resultarán en una mayor pérdida de hielo y en un mayor «reverdecimiento» de Groenlandia. A medida que el hielo se reduce, las rocas desnudas quedan expuestas y son colonizadas por la tundra y, finalmente, por arbustos. Al mismo tiempo, el agua liberada por el deshielo desplaza sedimentos y limos, que luego forman humedales y marismas.


La pérdida de hielo está generando un fenómeno conocido como retroalimentación positiva. La nieve y el hielo suelen reflejar la energía del sol hacia el espacio, lo que ayuda a mantener frescas ciertas áreas de la Tierra. Sin embargo, a medida que el hielo se derrite, estas zonas comienzan a absorber más energía solar, lo que eleva las temperaturas superficiales y puede provocar un mayor derretimiento, creando un ciclo de retroalimentación que amplifica el calentamiento global.

Además, el deshielo aumenta la cantidad de agua en los lagos, y dado que el agua absorbe más calor que la nieve, esto contribuye a elevar aún más las temperaturas de la superficie terrestre.

Sedimento marrón sobre hielo derretido cerca de Kangerlussuaq en Groenlandia. El rápido deshielo está teniendo una serie de impactos en el paisaje de Groenlandia, incluida la sedimentación de sus aguas. (Crédito: Martin Zwick/REDA&CO/Universal Images Group/Getty Images)

Groenlandia se ha calentado al doble del promedio mundial desde la década de 1970, y los autores del estudio advierten sobre la probabilidad de que se produzcan temperaturas más extremas en el futuro.

Como la isla más grande del mundo, Groenlandia está principalmente cubierta por hielo y glaciares. Aproximadamente 57.000 personas viven en el país, que es un territorio autónomo dentro del Reino de Dinamarca. Gran parte de la población es indígena y muchos de sus habitantes dependen de los ecosistemas naturales para subsistir.

Michael Grimes, autor principal del informe, señaló que el flujo de sedimentos y nutrientes hacia las aguas costeras es especialmente problemático para las comunidades indígenas que dependen de la pesca, así como para los cazadores de otras partes de la isla.